Summary: Byun Baekhyun era un omega como cualquier otro. Hasta que su vida dio un vuelco cuando descubrió que estaba embarazado. Y como padre soltero, tuvo que luchar a diario para cuidar a Sehun, su pequeño. Así como también, ignorar las miradas y...
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Eran alrededor de las diez de la mañana del sábado
Y el departamento de los Byun estaba lleno de vida.
Sehun no había dormido hasta tarde como había tratado de hacer el día anterior. Por el contrario, el pequeño alfa se había despertado demasiado temprano. A las seis de la mañana más exactamente. Saltó sobre la cama de Baek hasta que se despertó.
Los dos tomaron un extenso desayuno. Vieron uno de esos dibujos animados para niños, o mejor dicho, el cachorro vio, mientras que su papá se quedó dormido en el sofá. Y después de eso, ambos decidieron que la mañana era demasiado hermosa para desperdiciarla. Entonces, acordaron dar un paseo por el parque de la ciudad. Al chico le encantaba salir a caminar por las mañanas, sin embargo, debido a la llegada de su hijo, tuvo que parar y concentrarse en otras cosas.
La vida de Baek había cambiado totalmente con el nacimiento de Sehun. Un joven de veintiún años tuvo que dejarlo todo para cuidar al pequeño. Necesitó madurar y asumir responsabilidades. No es que el omega no las tuviera antes, sin embargo, con un bebé a su cuidado, no podía darse el lujo de comportarse como un adulto joven ordinario.
Ese pequeño niño dependía y aún depende de él. Y si hubiera una competencia por el mejor y más cariñoso padre del mundo, tal vez Byun no alcanzaría el primer lugar, pero el segundo definitivamente era suyo. El pelirrojo se dio cuenta de que nació para ser padre. Estaba en sus instintos procurar.
Y el chico lo hacía de buena gana. El pequeño había puesto color a la monotonía que había sido su antigua vida. E incluso con el mal juicio de una sociedad que se decía desarrollada, no tenía nada de qué quejarse.
"¿Nos vamos, mi ángel?" el omega preguntó, y en unos segundos, Sehun corrió hacia la sala todo sonriente.
"Espero que haya algún conejito en el parque." Comentó emocionado. El mayor sonrió y los dos se dirigieron a la puerta. "Quiero acariciar uno."
"Solo no corras detrás de ellos, como la última vez." Sonrió el mayor.
Al salir del departamento, el bajito se topó cara a cara con su vecino que también salía del suyo. El alfa miró al omega tan pronto como se dio cuenta de su presencia.
Una sonrisa instantánea se formó en sus labios. Ver al pelirrojo a primera hora de la mañana estaba haciendo que su día fuera aún mejor.
Se acercó al otro. Sus ojos permanecieron conectados. El chico sintió sus mejillas enrojecerse. No estaba acostumbrado a estar tan cerca de alfas desconocidos.
Sin embargo, Chanyeol parecía ser diferente.
Había algo en ese hombre que lo atraía.
Y no era solo el obvio atractivo.
"Buenos días, pelirrojo."
"Buenos días, vecino."
"¿Va a salir?" cuestionó mirando al bajito de arriba abajo. El chico vestía ropa casual. Un poco deportivo. Lo que hizo entender al moreno que iba a caminar o algo así.
