Summary: Byun Baekhyun era un omega como cualquier otro. Hasta que su vida dio un vuelco cuando descubrió que estaba embarazado. Y como padre soltero, tuvo que luchar a diario para cuidar a Sehun, su pequeño. Así como también, ignorar las miradas y...
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"No es necesario que laves los platos." Repitió el omega por cuarta vez esa noche. A pesar de que el pelinegro ya había lavado casi todo y él ya había secado y guardado los platos.
"Después de la cena que hiciste y ese pastel..." El hombre se humedeció los labios y sonrió. "Es mi deber mantener limpio el fregadero." Su sonrisa aumentó.
"De acuerdo. Pero la próxima vez, no lavarás nada."
"No puedo garantizarte eso y...espera..." los ojos del alfa se agrandaron. "¿Quieres decir que habrá otra oportunidad?"
Baek se sonrojó en ese momento. Entonces el más pequeño tomó el plato que el otro acababa de colocar y lo secó con el trapo que tenía en la mano.
"Bueno...eso creo...es que..." Dejó el plato en la alacena junto al fregadero. "Somos vecinos, ¿no? Nada es más normal que cenar juntos...eh...a veces." Comentó. Sus mejillas aún estaban sonrojadas.
"Tienes razón."
Park dirigió su atención a la sartén que sostenía y en unos segundos, los platos ya estaban limpios y colocados en la rejilla de secado. El pelirrojo la tomó y rápidamente secó todo y lo guardó.
El más alto comenzó a limpiar el fregadero y Byun se encontró mirándolo desde atrás.
Tenía que admitir que ese alfa era atractivo. Todo vestido de negro, poseía un encanto aún mayor. Y digamos que a Baekhyun le gustan los hombres altos. Chanyeol estaba en lo más alto de su lista. Literalmente.
El chico lo miró de arriba abajo.
Se estaba poniendo aún más rojo con cada segundo que pasaba.
Hasta que algo le llamó la atención.
"Es extraño." comentó el omega.
"¿Qué?"
"¿Estás escuchando eso?"
"No escucho nada."
"Exactamente." El ceño del más joven se arrugó. "Y si conozco bien a mi cachorro, hay dos caminos a seguir: O no trama nada bueno, o está durmiendo." El alto sonrió ante la frase del otro.
"Ve. Termino aquí."
"Gracias. Después de que lo ponga a dormir, podemos...eh...tomar un poco de vino." Dicho esto, desapareció de la cocina.
Como Baek ya sospechaba, el mini alfa estaba dormido. Solo así no estaba hablando, saltando o haciendo un caos. El pequeño estaba tirado en el sofá. La televisión estaba mostrando dibujos animados.
El omega se acercó y tomó a Sehun en sus brazos. Incluso durmiendo, abrazó el cuello de su padre. Con pasos lentos y cuidadosos, el pelirrojo llegó a la habitación del otro. Como el pequeño ya estaba en pijama, solo tuvo que ponerlo debajo de las sábanas. Después de encender la lámpara a media luz, Byun besó la frente de su hijo y salió de la habitación cerrando la puerta detrás de él.
