Summary: Byun Baekhyun era un omega como cualquier otro. Hasta que su vida dio un vuelco cuando descubrió que estaba embarazado. Y como padre soltero, tuvo que luchar a diario para cuidar a Sehun, su pequeño. Así como también, ignorar las miradas y...
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Estaba más que claro que todo esto tenía el dedo podrido de Yifan en medio. Ese alfa no tenía ni una pizca de carácter. Y no había sido capaz de aceptar la decisión del juez. Había cometido el error de secuestrar a su propio cachorro.
"Ese bastardo cayó tan bajo." Park resopló.
El hombre caminaba de un lado a otro mientras Baekhyun estaba sentado en el sofá.
Tenía ambas manos cubriendo su rostro, no podía creer lo que estaba pasando, todo había estado tan bien, su familia estaba siendo perfecta, se estaban mudando, vivían en paz y felices. Pero parecía que al destino le gustaba conspirar contra él.
"El día que Yifan apareció aquí por primera vez dijo que me lo quitaría, que usaría a sus abogados y dinero para eso." Suspiró profundamente. "No funcionó con la ley."
"Entonces, ese bastardo pensó que podía romper la ley y llevarse a nuestro pequeño." Gruñó el pelinegro.
Estaba tratando de controlarse, aun cuando quería salir a la calle rompiéndolo todo hasta que encontrara a Wu.
Pero por el momento necesitaba mantener a calma, necesitaba estar ahí para su omega.
"Yifan intentará llevarlo a China. Ese fue su plan desde el principio." El pelirrojo miró fijamente al más alto de pie. "Se va a escapar con mi cachorro."
"No." El otro se acercó al sofá y se arrodilló frente al chico. "Incluso si tenemos que dar la vuelta a China, ese idiota no desaparecerá con Sehun."
"Tenemos que hacer algo. Llama a la policía."
"Pero hasta que realmente hagan algo, puede que ya sea demasiado tarde. Tenemos que encontrar una manera de encontrar el aroma de Sehun. No sé, rastrearlo de alguna manera." Sugirió el pelinegro.
El más bajo se separó del Alfa poniéndose de pie y corriendo a buscar su celular siendo seguido por Park.
"¿Qué pasa Baek?"
"¿Sabes ese collar que usa Sehun y solo dejo que se lo quite para bañarse?" El hombre asintió. "Tiene un rastreador."
Los ojos de Chanyeol se agrandaron – había sido una gran sorpresa para él.
"Puedes llamarme controlador, paranoico, lo que quieras. Pero cuando Sehun tenía tres años, lo perdí en el centro comercial durante una hora. Nunca me había sentido tan desesperado en toda mi vida." Dijo mientras tanteaba el celular. "Pero no tanto como ahora." Confesó. "Y debido a eso, pedí un collar rastreador el cual funciona con una aplicación."
"Tu paranoia te será de gran ayuda."
Ambos sonrieron.
Byun puso los datos en su aplicación y en cuestión de segundos, se mostró un mapa de la región en la pantalla del departamento, y un pequeño punto rojo brilló rápidamente. Eso indicaba dónde estaba el cachorro. Afortunadamente, todavía estaba en esa ciudad, en un hotel del centro.
