Summary: Byun Baekhyun era un omega como cualquier otro. Hasta que su vida dio un vuelco cuando descubrió que estaba embarazado. Y como padre soltero, tuvo que luchar a diario para cuidar a Sehun, su pequeño. Así como también, ignorar las miradas y...
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Dos semanas después...
Los días habían pasado increíblemente rápido. Y los dos hombres se hacían más y más cercanos – era tan natural que se encontraran en el pasillo, intercambiar conversaciones sobre sus días, Chanyeol jugándole una nueva broma a Sehun, incluso cenando en la casa del otro.
De repente, uno se convirtió en parte de la vida del otro. Había surgido la convivencia y decidió quedarse. Y no era como si a ninguna de las partes le molestara. Era agradable compartir la compañía del otro.
Baek amaba la presencia del alfa. El más grande siempre lo hacía reír, era educado, lo hacía sonrojar, era un amor con Sehun. Aparte de eso, su cachorro ya adoraba al otro. Lo que hacía todo mejor. Porque el omega siempre había sentido que su hijo quería una segunda figura paterna. Otro Alfa, alguien que pudiera entenderlo. Y por mucho que Byun se partiera en dos, había cosas que solo otro alfa podía entender.
Por parte de Park, era obvio que quería estar cerca de Byun. Había quedado encantado con el bajito desde el primer momento que lo vio. Y se sentía feliz de ser parte de la vida cotidiana del otro. Era algo tan bueno. Al pelinegro le encantaba estar con él, compartir du vida. Y Sehun era increíble.
Era el cachorro que cualquiera soñaría tener. El acercamiento entre los dos era genial. Porque el alfa quería ser el padre del pequeño. Ser parte de esa familia.
Nunca pensó que se sentiría de esta manera.
Al menos no con tanta prisa.
Cuando decidió pedirle un café a su vecino, su vida cambió por completo. El amor a primera vista era real. El alfa lo vivió. Porque cada vez que volvía a ver a Byun, sentía que se enamoraba aún más. Incluso sin estar completamente seguro de lo que el otro pensaba de él.
Pero Park no quería forzar nada.
Porque no había pasado tanto tiempo desde que se conocían.
Así que pensó que era mejor esperar un poco más.
[***]
Baekhyun corría de un lado a otro en su departamento. Intentaba cepillarse los dientes y al mismo tiempo ajustarse la corbata. Se le hacía tarde.
Todo porque Sehun decidió jugar a la máquina del tiempo usando su despertador. Lo que resultó en que el pelirrojo se despertara una hora y media más tarde de lo que debería. Y para ayudar, a su cachorro también se le olvidó decirle que ese día no tendría clases en la escuela. Porque era el cumpleaños del director.
El mayor estaba doblemente desesperado.
Y casi arrancándose el cabello.
La tardanza sería inevitable, sin embargo, su jefe lo entendería cuando le explicara lo sucedido. Aparte de eso, el día en la empresa sería tranquilo. Porque el omega ya había adelantado su trabajo el día anterior. Y ya lo había enviado a su jefe.
