Summary: Byun Baekhyun era un omega como cualquier otro. Hasta que su vida dio un vuelco cuando descubrió que estaba embarazado. Y como padre soltero, tuvo que luchar a diario para cuidar a Sehun, su pequeño. Así como también, ignorar las miradas y...
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Algunos días después...
Los dos hombres estaban sentados a la mesa – más precisamente, cenando – el alfa había llegado temprano del trabajo y Baekhyun también ya que el día en la oficina había sido más relajado. Y dado que Sehun estaría fuera el resto del día gracias a una pijamada y una fiesta de cumpleaños en la casa de un amigo, los dos tendrían la noche para ellos solos.
Y nada mejor que una cena romántica para armar el buen ambiente de la noche. Comieron, hablaron de sus días, bebieron un poco de vino...todo estaba en calma.
Yifan no se había presentado – lo cual era genial.
Y los dos hombres decidieron olvidar esa historia; se concentrarían en ellos, en el cachorro. Y cuando la bomba explotara, ellos se preocuparían por arreglarlo todo – simplemente porque no le haría ningún bien a nadie pasarse el día preocupándose, o esperando que suceda algo malo. Eso no era saludable. Lo recomendable sería disfrutar de los tiempos de calma. Eventualmente, las cosas sucederían y ellos estaban preparados para ello – se merecían tener un poco de paz, y pasar momentos más cómodos juntos.
"No sabía que eras bueno peleando." Bromeó el pelirrojo y luego bebió un poco de vino.
"No es que me guste la violencia, pero sé dar puñetazos." Le guiñó un ojo al bajito. "Y si alguien se lo merece y está molestando a mi omega..." Sonrió. "Mis manos incluso pican por entrar en acción."
"A decir verdad, encontré este lado tuyo sexy." Confesó el chico y no pudo evitar el sonrojo en sus mejillas.
"¿Entonces crees que soy sexy?" El alfa estaba deslizando su mano por la mesa y luego entrelazó sus dedos con el más pequeño.
"Sí. Lo creo." Confesó.
"Es agradable saberlo." Otra sonrisa seductora. "¿Qué más piensas de mí, Baekhyun?"
"Bueno...te encuentro muy atractivo."
"Estoy disfrutando la dirección de esta conversación." Se lamió el labio inferior. "¿Qué más?"
"Estás imposible hoy." Bromeó el pelirrojo.
Y luego bebió el resto de su vino. Le encantaba todo, pero necesitaba un poco más de alcohol en su sistema para poder continuar sin sonrojarse por completo.
"Merezco saber lo que piensas de mí." Le guiñó un ojo al omega.
"Está bien."
Si iban a estar en ese juego, que se hiciera bien. Por ello, el más bajito dejó su asiento, caminó rápidamente alrededor de la mesa y sin contemplaciones se sentó en el regazo del alfa.
"Creo que eres muy sexy también." Continuó.
"¿En serio?" Agarró la cintura del otro. "¿Mucho?" El otro asintió.
"También adoro tus labios." El más pequeño se acercó y le dio un beso. "Me encanta besarte."
"Pensé que era el único al que le encantaba." Bromeó Chanyeol.
