Summary: Byun Baekhyun era un omega como cualquier otro. Hasta que su vida dio un vuelco cuando descubrió que estaba embarazado. Y como padre soltero, tuvo que luchar a diario para cuidar a Sehun, su pequeño. Así como también, ignorar las miradas y...
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En el camino de regreso del restaurante al edificio, Baek no dijo mucho. Su mente estaba completamente enfocada en lo que Park le había dicho. 'Mi Omega'.
El chico se preguntó por qué esas palabras lo afectaron tanto. Tal vez fueron las emociones encontradas del momento, de cuán bueno era estar en compañía de él. La forma en que Chanyeol lo había defendido sin pensarlo dos veces.
Su corazón se sentía como si estuviera en una montaña rusa.
Y el bajito no sabía muy bien cómo actuar.
Sentía que se estaba enamorando. O que estaba enloqueciendo. Porque todo estaba pasando muy rápido. Los dos solo se conocían desde hacía poco tiempo, pero se sentía como toda una vida.
Todo era tan bueno cuando estaban juntos. Las horas pasaron volando. Todo lo demás pareció perder importancia. Era casi como si cuando se juntaran, se formara una burbuja a su alrededor y nada más tuviera foco.
Byun podía decir que estaba feliz. Realmente no sabía muy bien lo que estaba pasando allí – entre él y ese Alfa – sin embargo, al más bajo tampoco le importaba. Dejaría que todo siguiera su ritmo natural. Dejaría que todo sucediera a su debido tiempo. Sin planes. Sin expectativas.
Claro que, había un factor muy importante: Sehun.
Su cachorro adoraba a ese alfa. Se habían hecho muy cercanos – lo cual era perfecto, porque si los dos desarrollaban una relación en el futuro, la opinión de Sehun contaría mucho, ya que el pequeño siempre sería lo primero para el omega. Por ello, estaba contento de que los alfas se llevaran bien. Principalmente porque podían ser territoriales y todo.
Pero todo estaba bien.
Se llevaban bien.
Lo cual fue muy bueno. Porque aunque Sehun no decía nada, Baek sabía que su hijo anhelaba a otro alfa en su vida. Anhelaba un appa, una figura más – no es que no se creyera suficiente, todo lo contrario, pero el pelirrojo tampoco era tonto.
El pelinegro estacionó el auto en el garaje de su edificio.
El omega ni siquiera se había dado cuenta que ya habían llegado al lugar.
Había estado totalmente distraído por sus pensamientos.
[***]
Los dos estaban sentados en el sofá de la sala del omega. Después de subir al piso, Baekhyun lo invitó a pasar. Después de todo, todavía era temprano. Eran apenas las diez de la noche. Así que bien podrían quedarse juntos un poco más.
"Espero que hayas disfrutado de tu cena." Comentó Park.
"Sí. La comida estuvo buena." Bromeó.
"¿Solo la comida?"
"Sí." Sonrió. El alfa frunció el ceño. "Porque la compañía fue genial." Completó.
