CAPÍTULO 12

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¡Hey, les dejo el capítulo de la semana! Espero que lo disfruten. Quizá sea esta mi última novela en Wattpad. Un abrazo.

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Josie entró en el coliseo y buscó con la mirada a Bruno. El niño estaba conversando con otro de la misma edad y una señora parecía estar más preocupada por la hora en su reloj de muñeca que por cualquier otra novedad.

—¡Bruno! —exclamó Josie desde los bajos de las gradas.

Al verla, el niño se incorporó casi de un salto del asiento y se despidió de su amiguito y de la madre de este. La sensación de que todo iba a estar mejor se apoderó de Bruno, porque él confiaba en que Josie era su amiga y podría resolver cualquier inquietud o problema que hubiera en el panorama. Bruno bajó las gradas y cuando llegó hasta Josie, la abrazó con fuerza.

—Viniste —murmuró contra el cuello cubierto por la bufanda blanca.

Josie se apartó un poco para mirarlo con una sonrisa. Le acarició la mejilla.

—Por supuesto ¿acaso no te prometí que lo haría? —preguntó dándole la mano para que él le diese la suya—. Siempre cumplo mi palabra, Bruno —sonrió.

—¿Estabas trabajando cuando llamé y por eso tardaste en contestarme? —quiso saber, mientras esbozaba una sonrisa cauta.

—No, estaba en casa de mis padres, porque hoy llegan mis sobrinos desde Texas. Ellos tienen casi tu misma edad —dijo con calidez. Nada más terminar esa breve charla debía enviarle un mensaje de texto a la asistente que había contratado, que trabajaba de forma remota, para pedirle que reprogramara todos sus asuntos pendientes. Incluso tendría que hablar con sus mejores amigas, porque no creía que fuese posible quedar con ellas—. Quizá puedas preguntarle a tu papá, porque seguro lo encontramos —dijo reafirmándole esto a Bruno—, si te da permiso de venir a cenar hoy a casa de mis papás. Así conoces a Katie, Cameron y Rick.

—Eso sería genial, Josie —replicó con interés.

—Estupendo, entonces vas a ayudarme a mantener una actitud positiva, porque todo está y estará bien una vez que encontremos a tu papá. Estoy muy segura de que debió extraviársele el calendario —dijo echándose un farol.

—Espero que sí, pero no me gustó quedarme solo sin nadie alrededor...

—Lo entiendo, y sé que tu papá tiene una buena explicación. A veces, cariño, los adultos nos dejamos agobiar por las responsabilidades del día a día, pero eso no significa que las personas que tenemos a nuestro alrededor dejen de importarnos.

—Papá me ama, yo lo sé —replicó el niño.

Josie le dedicó una sonrisa llena de empatía.

—Por supuesto que sí, hoy tan solo ha sido un día complicado. ¿Eh? —Bruno asintió—. Vale, pues ya todo aclarado, te cuento que un conductor nos está esperando afuera de la academia y nos va a llevar a la clínica para buscar a tu papá. Si acaso no está en Happy Sneeze lo hallaremos en casa. Quizá le dio gripa y no pudo avisarte a tiempo ni tampoco a la señora Williams —dijo Josie tratando de hacer conjeturas que al niño le dejaran claro que su padre no lo había olvidado a propósito y que seguía siendo importante para Tyler—. En el trayecto quiero que me expliques con exactitud qué es lo que ha ocurrido con detalles. Así yo podré encontrar una mejor manera de ayudarte y buscar soluciones.

—Está bien —replicó con una expresión más serena. Se sentía a salvo.

Una vez que estuvieron en el coche, Josie se aseguró de que Bruno estuviera confortable en la sillita infantil que iba sobre el asiento. Fue un gran alivio que sus padres siempre tuvieran los asientos de seguridad infantiles para los hijos de York. Josie extendió una frazada, que había tomado antes de salir de casa, sobre las piernitas del niño. Aunque la calefacción era perfecta en el Lincoln, ella había leído que una mantita siempre generaba la sensación de más protección en el caso de una circunstancia como la que acababa de sucederle a Bruno.

Seduciendo al destino (TERMINADA) - CopyrightedDonde viven las historias. Descúbrelo ahora