D I E C I S É I S

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xvi . ( "Mi regalo para tí" )

 ( "Mi regalo para tí" )

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Era de tarde, en breve iniciaría el eclipse y Luna y sus hermanos estaban reunidos junto a sus amigos frente a la zona donde los pescadores del Metkayina solían hacer sus tareas, y proveer a su gente de comida que gracias a Eywa lograban recolectar

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Era de tarde, en breve iniciaría el eclipse y Luna y sus hermanos estaban reunidos junto a sus amigos frente a la zona donde los pescadores del Metkayina solían hacer sus tareas, y proveer a su gente de comida que gracias a Eywa lograban recolectar.

Todos escuchaban atentos las palabras de Lo'ak, el hermano menor de Neteyam y Kiri. Incluyendo a los hijos del Olo'eyktan Tonowari y su amigo Rotxo.

El joven afirmaba que durante su desaparición más allá del arrecife, un Tulkum lo había salvado de ser devorado por una criatura hostil y lo cuidó durante todo su tiempo fuera. Él decía que incluso lo había ayudado a regresar con su familia en la aldea.

Luna parecía un tanto emocionada por aquella información, porque de una u otra forma sentía que el hermano de Neteyam había sido elegido por Eywa para sobrevivir. No muchas cosas le sorprendían, pero habían excepciones como estas que la hacían reconsiderar todo. Y sus amigos, Kiri y Marek, estaban igual o peor que ella:

─Ojalá hubiera estado ahí. El océano te ha dado un grandioso regalo, hermano ─le dijo la Sully al na'vi. A su lado estaba Kitay, y asentía de acuerdo con su "amiga".

Sin embargo, así como ella, Kiri y Marek estaban entusiasmados con tan solo imaginarse la escena, habían otros que estaban reacios. Más que todo los hijos del Olo'eyktan y su amigo cercano.

─Pero los Tulkum aún no han regresado ─intervino Aonung, el joven estaba recostado en el tronco de una palmera justo a un lado de Luna'pey. La na'vi lo miró, con su cola moviéndose de lado a lado un tanto inquieta: el hijo de Tonowari había estado evitando verla desde que llegó, actitud que divertía a la peliblanca en demasía─. Y, además, ningún Tulkum anda solo jamás.

Lo'ak rodó los ojos. Era claro que aún seguía molesto con el de peinado alto. «Y con razón», creía Luna'pey.

─Pues éste sí lo estaba ─respondió él─. Y le faltaba una aleta. Tiene un muñon, justo en el lado izquierdo.

Luna miró en silencio cómo Tsireya se arrimaba un poco más cerca de Lo'ak, y le tomaba la mano con preocupación.

─Payakan ─murmuró la primogénita de Tonowari─. Es Payakan.

DIASPORA (neteyam sully) BORRADORDonde viven las historias. Descúbrelo ahora