Después de esa noche en la oficina, las cosas habían cambiado. El contrato parecía estar nulo y cada cosa que hacíamos era porque ambas queríamos. No ella siempre teniendo el mando. Escabullirme en la oficina era mi parte favorita para poder verme con ella sin que nadie nos vea. La parte menos divertida es volver a casa sola, en la casa deprimente. Está toda desorganizada por el poco tiempo qué pasó en ella, este fin de semana Natasha tenía una actividad familiar y como aún no habíamos acordado qué somos en realidad, y ella aún está tratando de entender por qué conmigo las cosas son diferentes, decidimos que irá con Yelena.
Estuve todo el día recogiendo y limpiando. Ya en la noche estaba cansadísima, solo quería darme un baño para comer algo y acostarme a dormir o ver alguna película. A media ducha el timbre de la casa sonó, me envolví en una toalla, bajé sin hacer ruido. No quería atender a nadie en toalla hasta que vi que era ella.
- ¿Qué haces aquí? -abrí la puerta, aún en toalla mientras las gotas de agua caían al suelo.
- Sorprendiéndote, pero la sorpresa me la llevé yo -estaba escaneando mi cuerpo, cada rincón. Era la primera vez que me veía completamente desnuda. Excepto por la toalla, claro.
- ¿Y la cena con tu familia?
- Puedo contestarte eso, pero puedes invitarme a pasar. Estás envuelta en una toalla -rió mientras le abría camino para dejarla pasar- La cena estuvo bien, a Yelena se le escapó que... nos estamos viendo -pasó su mano por el cuello, nerviosa, riéndose- pero fuera de eso todo normal. Hubiese deseado que estuvieras allí.
- Si esa es tu manera de decir que me extrañaste, yo también lo hice -me puse de puntitas para llegar mejor a su boca, usualmente estaba en tacones, al pegarme a su cuerpo la toalla se cayó al suelo.
Traté rápidamente de tomar la toalla en mis manos. Pero ella la tomó del suelo sin dejar de mirarme.
- ¡Hace frió! -traté de tomar la toalla, pero no pude.
- Y se nota -miró mis senos, riendo- Lo siento por no dejar de mirar, es que eres espectacular.
- Devuélveme la toalla -pude agarrarla y envolverla en mi cuerpo- y gracias -sentía las mejillas en llamas- Lo siento por el desorden y la casa toda horrible, no he tenido tiempo a arreglarla. Sé que no estás acostumbrada a este tipo de...
- ¿Vida normal? -tomó una fotografía de mi familia.
- Puedes llamarle así si quieres.
- Antes de tener dinero, tuve una vida normal -dejó la fotografía donde estaba- Antes era una persona normal.
- No he dicho que nunca lo seas.
- Las personas siempre piensan lo que les conviene. O incluso asumen que no somos seres humanos por el dinero.
- Yo te veo por quien eres -sonreí levemente.
- Gracias -tomó mi mano dándole un beso.
- ¿Tienes planes para hoy?
- Pensé que tú tenías planes para hoy -hice una mueca.
- Ya no -se sentó en el mueble cruzando sus piernas.
- Estaba en medio de una ducha -señalé mi cuerpo.
- Puedo esperarte, Wanda.
- ¿Algún sitio en particular?
Ponte algo cómodo.
Hice caso a lo que me indicó, la noche estaba algo fría así que me decidí por una camisa, encima un abrigo de lana y unos jeans. Ella seguía esperándome paciente en el asiento mientras miraba su teléfono.
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The Secretary
FanfictionSer la secretaria de una de las empresarias más codiciadas del mundo parecía ser pan comido, ¿pero qué pasa cuando tú jefa te hace una propuesta la cual no es para nada profesional? Inspirado en la segunda parte de mi primer fanfic, ...