Sunghoon, cabellos azabache miraba con atención al chico frente a él, sus ojos iban desde el rostro avergonzado del mayor hacia su parte baja que se hacia denotar, dios, esto iba a empeorar, lo sabia muy bien.
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Lee Heeseung era considerado por sus amigos un chico muy inocente a sus diecinueve años, tan asi que ni siquiera sabia dar un beso como tal. Asi que le recomendaron encontrar a alguien que lo ayudara a perder su virginidad de una vez por todas, el candidato perfecto aun no ha sido encontrado, pero el corazoncito de Heeseung ya estaba tomado por su dongsaeng, Park Sunghoon, el chico era lindo y carismatico, prestaba su ayuda cada que la necesitaban sin reproche y su inteligencia era de un nivel extremadamente alto, por lo cual muchos estaban detras de su persona.
Y por supuesto que Lee era uno de ellos, suspiraba de amor cada vez que lo veia pasar por la facultad de derecho, ambos estudiaban allí.
Se conocieron brevemente, en la biblioteca, Heeseung quedo hechizado con el leve contacto que tuvieron, le ayudo con unas dudas y de casualidad rozaron sus manos, eran suaves y bonitas, despues de eso se reencontraron muchas veces donde solo se miraban.
Ahora mismo un profesor lo habia mandado a un salón en busca de unos trabajos, no pudo negarse, asi que ya llegando pudo darse cuenta de que el sitio estaba vacio, sin ninguna persona en esta.
Se rascó su nuca y entro a la sala, fue en busca de lo pedido, hasta que sintio una leve molestia en su entrepierna, no puede ser, le habia dado una maldita erección, quizás fue por calentura o no lo supo bien, pero no podia salir en ese estado, agitado y con pequeños espasmos.
Decidio con rapidez sentarse en una maldita silla y desabrochar su pantalón, bajó su ropa interior dejando a la vista su miembro erecto, debia admitir que era larga y gruesa, le daba algo de orgullo. Sin mucho que hacer tomo la extensión comenzando a bombear su pene, tiro su cabeza hacia atras, por alguna razón le estaba excitando de sobremanera estar en aquella situación, siguio de ese modo, su liquido preseminal ya salio a la luz junto a unos bajos jadeos.
Cerró sus ojos, su mano bajaba y subia con rapidez, tenia tantas ganas de follarse a un chico, aunque no cualquiera, queria destrozarle el culo a Sunghoon.
Sin saberlo la puerta fue abierta con facildad, el pestillo no habia sido puesto y fue sorprendido por un estudiante, mierda, detuvo sus acciones al ver el rostro perplejo de Park Sunghoon, sus mejillas se calentaron por la vergüenza.
— ¡Lo siento! — Intento reaccionar cubriendo su miembro, sin embargo esto no pudo ser posible, ya que Sunghoon fue mas rapido acercandose a él.
— Puedo ayudarte.— Dijo sin más.
No tardo mucho en arodillarse ante Heeseung, quedando frente a la polla del mayor. Este no podia creerselo y cuando menos se lo esperaba su falo fue tomado por las habiles manos de Sunghoon que lo masturbaba con experiencia, estuvo jugando con sus testiculos tambien.
— M-metelo a tu boca.— Ya no se sentia avergonzado, el queria con todo su ser sentir la boquita de Sunghoon.
El azabache asintió, introducio el glande primero y siguió hasta meter la mitad, era excesivamente grande. Park chupaba con esmero la polla de Heeseung quien deliraba por las sensaciones, sus gemidos eran algo graves y bajos, no queria que los descubrieran.
Lee tomó los cabellos de Sunghoon y el mismo entendio esa acción, le queria follar la boca, las caderas de Heeseung iban a una velocidad moderada, abrio un poco sus ojos admirando lo excitante que era ver como el menor se tragaba su miembro.
Y pudo correrse en la boca de su dongsaeng, quien quiso tragarse el semén para no dejar rastro.
Ambos agitados se miraron sonriendo al cabo de unos segundos, Heeseung no sabia que decir.
— Un gusto, Park Sunghoon, dieciocho años, estudiante nuevo.
— Oh, Lee Heeseung, diecinueve años, estudio en esta facultad.
— ¿Te gustaria venir a mi casa en la tarde? — Sunghoon preguntó.
— Uhm, esta bien.— Carcajeó nervioso.
— Este es mi número.— Se lo entrego para luego despedirse.— Debo irme, nos vemos.— Reverencio.
Heeseung quedo estatico recopilando todo lo sucedido, era muy probable que follara a Sunghoon en su casa y no podia estar mas nervioso.
Ya limpió miro el número agendado en su móvil, quizás tener un problemita allá bajo le abrio camino a una vida sexual con Sunghoon, su crush.
