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No había dormido, sus ojos rojos lo decían todo. Se había pasado la noche pensando el como le diría a Jeff sobre su "trabajo" pues había quedado de llevarlo a la oficina, pero no quería que se enterase que mataba gente y traficaba todo tipo de cosas... traficables.

Estaba sentado en la cama, la mirada perdida hacia la puerta y brazos cruzados sobre el pecho, con el ceño fruncido y la boca un poco torcida. Un movimiento a su lado derecho logró sacarlo de su transe, Kim estaba comenzando a despertar y él aún no tenía ni idea de cómo le diría

-¿En qué piensas tan temprano? -dijo frotándose un ojo, acción que a Nakunta le había parecido adorable.

-En que tengo que ordenar algunas cosas antes de llevarte a la oficina.

-¿Qué cosas? -se sentó en la cama frente a Nakunta

-Necesito encontrar la manera de decirte en que es que trabajo.

-¿Eres un prostituto? ¿Vendes tu cuerpo por dinero?

-No- respondió ante la tierna acusación.

-¿Eres una de esas personas a las que les pagan por matar a otras? ¿Cómo es que les llaman...?

-¿Matones?

-No, les llaman de otra forma, pero mi cerebro aún está dormido. No está procesando bien- dijo con un tono divertido

-Un sicario, pero no, deja de preocuparte por que no pienso matar a nadie...- un "aún" pasó por su mente al terminar de decir aquello, necesitaba que Kim dejara de hablar, porque comenzaba a ponerlo de los nervios tantas preguntas.

-Entonces todo está bien -dijo Kim encogiéndose de hombros.

Sabía de sobra a qué es lo que se dedicaba Nakunta, pero tenía que aparentar no saber nada, al menos hasta que la carta llegará. Había estado perfeccionando su actuación durante semanas para esto y no desperdiciara la oportunidad.

-No lo entiendes, no es tan fácil...- comenzó a explicar, pero de repente fue interrumpido

-hazme tuyo

Nakunta se quedó atónito y las palabras se le atoraron en la garganta, abrió los ojos como platos, mientras miraba a Kim. Parecía que le había salido tan natural, como si fuera algo que siempre pedía.

-¿Q-que?

-Yo sé que es algo pronto, pero te necesito. Después de eso podrás decirme a qué te dedicas ¿si? -bajo la mirada mientras se mordía el labio inferior en señal de nervios.

-Kim -suspiró- yo no soy ese tipo de persona, quiero respetarte.

-A la mierda el respeto, no sabes como estuve conteniendo mis hormonas en la noche

Kim no esperó y fue a sentarse a horcajadas sobre las piernas de Nakunta enredando sus brazos por su cuello, jugando con el cabello de su nuca. Nakunta por inercia colocó sus manos en la cadera de Jeff.

-Kim ,no hagas esto tan difícil -el tono que usó era uno de súplica, cosa que a Kim le pareció gracioso, pero se mordió la lengua para evitar reír.

-Te necesito Nakunta -paseó sus manos por el pecho desnudo de Nakunta, mordiendo su labio de forma seductora

-Kim -Nakunta lo tomó de las muñecas - tengo que ir a trabajar, no puedo quedarme aunque quiera hacerlo

-P-pero...dijiste que me llevarías

-Mañana sin falta ¿si? -tomó de nuevo las caderas del mayor y lo dejó en su lugar de la cama, dejando de esta forma su regazo libre.

Hate me || JeffTaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora