Epílogo

359 38 13
                                        

-¿A dónde vamos?

-¿Por qué estamos vestidos así?

-Ustedes dijeron que querían conocerlo ¿no es así? Hoy es un día especial e iremos a visitarlo.

-¿Por fin podremos conocerlo? - sus rostros se iluminaron, desde hacía ya varios meses habían comenzado a preguntar por él, realmente no sé de dónde llegó esa idea, pero creo que hoy es el día indicado para hacerlo.

-¿Nos va a comprar juguetes como los que tiene Peat?

-No creo que pueda comprarles juguetes cariño, pero de seguro estará feliz de conocerlos.

Lo dude mucho, no quería que se enterasen de esta forma, pero ya habían pasado 8 años, 8 dolorosos años, años en los que no pude sacarme esa escena de mi mente.

Pero no podía dejarme caer tan fácil, había personas que dependían de mí, hay personas que aún dependen de mí. Y fue por esa misma razón que para despejar mi mente me fui a Japón, no podía quedarme en este lugar por más tiempo.

Enterarme del embarazo un mes después de la muerte de Nakunta había sido como un balde de agua cayendo sobre mi, era algo que no esperaba, tenia muchas cosas que arreglar, mucho trabajo por hacer y mucha fuerza de voluntad que no tenia. Pero Build y Bible me habían convencido de tener a los niños, serian una buena forma de mantener el recuerdo de Nakunta conmigo, así que decidí pasar mi embarazo en Japón, mientras me encargaba del trabajo en aquel país. 

Los recuerdos me atormentaban. Me hacían sentir la mierda de persona que realmente soy. Me atormentaba seguir viviendo donde antes, donde todas las habitaciones estaban impregnadas con nuestros recuerdos, las noches de pasión que compartimos, los experimentos que nos gustaba hacer, las distintas posiciones, roles, tantas anécdotas con él, tantas anécdotas con Nakunta.

-¿Crees que pueda abrazarlo? A todos les gusta ser abrazados en su cumpleaños.

-Podemos cantarle el feliz cumpleaños y pedirle que desee algo

Mis dos pequeños comenzaban a crearse muchas expectativas de lo que sería reunirse con su padre, pero no había encontrado aún la forma de decirles que todo eso que quieren hacer, será imposible, no tengo corazón para decirles algo así. De igual forma lo haría cuando estuviéramos frente a él, pero al menos sentía su apoyo moral ¿verdad?

-No mis amores, eso no va a ser posible - sonreí un poco nostálgico.

-¿Por qué no? - sus caritas de tristeza hicieron que mi corazón doliera aún más.

-Miren - detuve mi paso y me puse en cuclillas hasta quedar a su altura- ahí adentro está él, pero necesitamos ser muy silenciosos, es un lugar donde mucha gente está descansando y ¿a ustedes les gustaría que los molesten cuando descansan?

-No- respondieron al unísono

-Bueno, entonces prométeme que harás el menor ruido posible - levanté mi dedo pequeño el cual tomaron con sus pequeños dedos, cerrando nuestro trato.

-Te lo prometemos- dijeron demostrando una amplia sonrisa, y no les voy a negar que me duele verlos, incluso cuando sonríen son idénticos. ¿No podía al menos uno salir parecido a mi?

-Ahora ¿Recuerdan que les dije que él tenía mucho dinero?

-Si, nosotros también tenemos mucho

-Somos la envidia de todos en clase- la sonrisa altanera que tenía Saint definitivamente la había sacado de mi, Nakunta siempre decía que "sonreía como playboy" una sonrisa salió de mis labios por el bello recuerdo.

Hate me || JeffTaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora