En aquella noche de principios de invierno, al rey Jiang Cheng no le importaba nada más que gritarle al rey de los gatos de las nieves de Gusu, Lan Xichen que era un falso, un mentiroso, un traidor de lo peor... Nunca en toda su vida pensó que aquel alfa al que alguna vez amo, al que le entrego todo y por el cual habría sido capaz de todo lo, traicionara de esa forma.
Y entre medio del problema se vio envuelto la persona más inocente del mundo.
Pero volvamos a lo importante.
Hacia menos de una hora, que el rey de los Tigres de Yummen tuvo, por parte de su hermano, la confirmación de lo que su instinto le gritaba desde que llego al reino de Gusu. Su hijo, su cachorro estaba vivo y tan sano como lo recordaba. Sin embargo, y sin importarle absolutamente nada salió de la habitación que ocupaba en aquel palacio, con rumbo fijo al ala principal donde se encontraba la habitación del rey Lan Xichen. Sabía que lo que haría estaba prohibido donde se encontraba, pero un omega intentaba hasta lo imposible por sus hijos y más cuando este ha vivido engañado por diecisiete largos años. Le tomo cerca de unos diez minutos encontrar la habitación del mayor y al hacerlo no se todo la molestia de tocar la puerta, simplemente entro, pues ya nada le importaba...
Hace años perdió la capacidad de sentir algo.
Dentro de la habitación dos sentimientos luchaban por sobreponerse al otro, por parte de Lan Xichen sorpresa absoluta ya que tener a su pequeño tigre allí era algo que no pensó que ocurrirá de nuevo; en Jiang Cheng, se podía notar el odio más sincero y crudo que una persona viva podía manejar.
-A-Cheng...
- ¡Eres un bastardo asqueroso, traidor, mentiroso! No te basto con romperme en mil pesados al deshacer nuestro enlace, nuestra relación de años, sino que también tuviste que robarme a mi cachorro y hacerme creer todos estos años que estaba muerto...Que murió antes de que llegara a Gusu- A Jiang Cheng no le importaba si alguien más lo escuchaba, solo quería sacar el dolor que tanto tiempo a arrastrado- Por ti, logre fingir ser feliz las veces que muy triste me encontraba...
La verdad era que Lan Xichen sabía bien a lo que el otro se refería es más lo recordaba como si fuera ayer
Flash back
En uno de los tantos caminos que llevaban al, cada vez más reducido reino Wen, Lan Xichen se encontró con aquel omega que se ganó su corazón, sin embargo, el hombre frente a él no era la ni sombra de aquel que alguna vez conoció. El Jiang Cheng, que ahora le hablaba estaba más delgado, más pálido, con notables ojeras y sin el brillo que tanto amaba ver en esos ojos violetas...Siendo sinceros apenas y logro escuchar parte de todo lo que su destinado le decía pero fue capaz de escuchar a la perfección las quince palabras que lo llenaban de culpa.
-Dime que mi hijo, que mi cachorro, nuestro cachorro está vivo...Por favor, Lan Hua- El tono suplicante en la voz del Jiang y las lágrimas acumulándose en los ojos de este era un cuadro que el mayor de los Lan nunca iba a olvidar.
Y aun así.
Aun amando a su pequeño tigre se obligó a romper otra vez una de las reglas de su reino.
-No sé de cuantas formas, de cuantas maneras tengo que decirte que ese niño al que tanto buscas está muerto. No sobrevivió el viaje desde el Embarcadero del Loto hasta el Receso de las Nubes- A Lan Xichen le dolía decir aquello pero era por el bien de sus amores- Y no, no sé dónde pudieron sepultarlo- Reanudando su marcha hacia el campamento que los de Gusu habían establecido, dio por terminada la conversación en contra a los deseos de su alfa, que solo rogaba que detuviera toda esa tortura que no tuviera miedo a lo que pudiera pasar, pero también sabiendo que si el mundo seguía ese camino ningún futuro seguro se avistaría pronto en el horizonte
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La razon de una mentira
FanfictionLa vida no podía ser tan injusta ¿O sí? ¿Qué había hecho para merecer algo como lo que le sucedió? Jiang Cheng, el segundo hijo de los Jiang, quien lo había tenido, amor, familia, felicidad...En fin un mundo perfecto para un omega como él dentro de...