40 | Ven conmigo

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— Hermanita, hermanita, adivina que. — Escuché como canturreaba del otro lado del teléfono mi hermana Belén.

Sonreí al escucharla, la extrañaba mucho.

— Hola belu, qué tal? ¿Cómo estás?, Yo bien y tú? — Solté sarcásticamente después para escucharla reír.

— Sabes que te amo pero de verdad tenes que escuchar esta noticia! — Dijo con un tono alegre.

Mire a mis amigos que estaban hablando entre ellos así que decidí retirarme un poco para ir a la cocina y así escuchar con más atención a mi hermana.

— Que paso? — Pregunté, curiosa.

— ¡Tenes que adivinar liv! — La voz de Leah mi otra hermana se escuchó al fondo.

— No basta weon, no aguanto se lo dire de una mejor. — Intervino belu.

— ¡¿Que es?! — Volví a preguntar en un tono exaltado.

— Tenes casa ya la concha de la lora! — Exclamó belu casi soltando un grito.

La sangre se me bajo hasta los tobillos e inconscientemente me recargue en la barra para no caer al suelo. Mi mano se fue a mi boca con impresión.

— No me jodas..

— Que tenes ya la casa, cuando quieras venir a verla, nos vamos! — Exclamó. — ¡YA ESTA LIV POR FIN, LA CONCHA DE SU MADRE! — Grito Leah.

Cerré los ojos aguantándome las lágrimas de emoción, por fin.

Hace meses había hablado con mis papás y hermanas sobre mudarme a florida de nuevo, sentía que mi etapa de vivir con alex ya estaba acabando y que era hora de seguir por mi cuenta. Es cierto que irme de los angeles me ponía un poco triste y no ver a mi mejor amigo todos los días para mi era algo que no podría soportar, pero era hora de soltar y volver a donde sentía que era mi verdadero hogar.

Estaba buscando un departamento, mi padre me recomendó comprarme una casa si es que pensaba quedarme definitivamente en orlando. Así que no lo pensé más y empecé a buscar, mis hermanas se propusieron a ayudarme. Estos días que hemos estado acá en argentina solo se lo e podido contar an alex y tina, ellos se alegraron por mi, fue un alivio pensar que no se enojarían por mudarme a otro lado.

¿Por qué se enojarían?, No lo sé, yo y mis tontos pensamientos.

No e tenido la oportunidad de hablar con los demás de eso pero cuando sea la hora de las vacaciones terminen, lo haré.

Cherry Blossom | Ivan buhajeruk Donde viven las historias. Descúbrelo ahora