41 | Remember

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41 | Remembering our favorite memories

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41 | Remembering our favorite memories




Era sábado, el día apenas comenzaba y ya estaba de mal humor. Hace unos días me despedí de argentina, de robleis, de carre. Y de spreen.

Les dije de último momento que me adelantaría a florida, quackity ya lo sabía. Pero los demás no, reaccionaron bien aún que ivan no tanto, por una parte lo entendía, por otro siento que estaba exagerando un poco la situación. Toque su puerta todo el día para intentar hablar con el, por lo menos despedirme, este jamás salió. Me rendí en cuanto supe que este no saldría ni llamándole de mil maneras.

No estaba enojada, claro que no. Pero admitía que si me había dolido aquello. Supongo que yo también estaba exagerando.

Volviendo al presente, estuve toda la mañana escuchando música con mis auriculares puestos mientras hacía la limpieza de la casa, aún no tenía muebles suficientes pero si una sala, mis hermanas me habían ayudado con las compras de decoración, ya era mucha ayuda eso.

La emoción de remodelar mi propia casa era mucha pero ahora esa emoción no estaba, y me sentía molesta conmigo misma por ello. Mi ánimo estaba por los suelos, nunca me había sentido así de mal, un bajón emocional tan grande me hundía el pecho y la sensación de llorar por horas me seguía a cada paso que daba.

Fingía una sonrisa frente a mis hermanas cuando me las cruzaba por la casa, no quería que notaran que algo estaba pasando ya que no quería dar explicaciones. O simplemente era por que nunca demostraba este lado de mi. Ni siquiera a ellas.

Me aparte un poco de mis amigos esta semana y confieso que me siento un poco decepcionada al no recibir ningún texto de ellos. Si no los buscaba ellos no me buscaban, ¿así era la cosa?

No quería pensar cosas así pero así me sentía, se que ellos tienen una vida y están ocupados en sus cosas. Pero ahora necesitaba a mis amigos más que nunca y el no poder tener el valor de llamarles por ayuda me estaba matando por dentro.

Era mi culpa. Siempre era mi culpa.

— Che invite al cris, según que se viene en un rato. — Aviso Leah.

Sacudí mi cabeza levemente logrando que mis pensamientos malos abandonaran mi cabeza y mi atención se la ganaran mis hermanas.

— ¿El cris? ¿El mismo que conocemos? — Preguntó sorprendida Belu.

Leah asintió sonriente.

— Es un capo, aún me debe las entradas para lo de wos, decile. — Volvió a hablar Belu.

— Al toque mi reyna. — Respondió Leah con un tono divertido.

Cherry Blossom | Ivan buhajeruk Donde viven las historias. Descúbrelo ahora