Diez

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SeulGi estaba apenas iniciando la novena semana del embarazo cuando el tan esperado lunes llegó, el día en que se iniciaría formalmente el trámite de adopción de la pequeña morita.

KyungSoo caminaba de un lado a otro de la amplia sala, mordiendo sus uñas.

—¿Quieres por favor detenerte? —pidió ella amablemente, con el rostro pálido y una mueca en su cara—. Me estoy empezando a marear.

Finalmente se detuvo y la miró a ella cerrar los ojos. Sintiéndose un poco mal, KyungSoo se sentó, resoplando.

—Lo siento —murmuró.

Verificó nuevamente la hora, faltaba un par de minutos para la hora acordada con el servicio social. Sus rodillas chocaban, y empezaba a transpirar bajo su saco de lana gris.

JongIn carraspeó la garganta, sutilmente llamando la atención del otro hombre.

KyungSoo alzó la mirada y lo encontró de pie frente a él. Incluso había olvidado su presencia.

El hermano mayor de SeulGi había llegado una hora atrás, desde entonces había estado hablando con ella, hasta que luego, KyungSoo lo perdió de vista, pensando que probablemente se había ido.

—Tenga, es valeriana. —Le ofreció amablemente—. Para que pueda calmar sus nervios.

Vacilando un poco, KyungSoo recibió de sus manos una taza con una bebida caliente. Aún sin bajar la mirada, su frente se arrugó ante el inesperado gesto.

—¿Gracias? —dijo con una extraña mueca, provocando que JongIn mostrara una tenue sonrisa.

—Ahora, tenga cuidado, se puede quemar —le advirtió.

KyungSoo solo asintió.

—¿Cómo es que...? —Seguía sin entender.

JongIn se encogió de hombros antes de contestar:

—SeulGi dijo que podía usar la cocina.

Estaba soplando la bebida humeante antes de beber un poco. Al escuchar esto, KyungSoo volteó hacia ella, quien parecía estar tomando una ligera siesta en el mueble en el que se encontraba esperando.

—Espero no haberle molestado —comentó JongIn.

—Está bien. —Con su mano libre rascó su nuca. Sintió sus mejillas enrojecer bajo la atenta mirada del otro hombre—. Gracias por la comida que preparó, no debió molestarse.

—Es un placer. Espero que le haya gustado.

KyungSoo, sintiéndose tímido, solo asintió con la cabeza.

—Todo saldrá bien, KyungSoo. No se preocupe tanto.

No respondió, y en su lugar, siguió bebiendo pequeños sorbos. En tanto JongIn se sentó frente a él, con sus manos sobre sus rodillas y espalda bien erguida.

Estuvo a punto de hacer cualquier comentario sobre su postura militar cuando el anuncio de una persona se hizo notificar a través del intercomunicador.

SeulGi despertó en ese momento, y KyungSoo apretó la taza en sus manos, tragando saliva con dificultad, sin poder hacer otro movimiento, paralizado.

—Debe abrir la puerta, yo llevaré esto a la cocina. —Gentilmente, JongIn tomó la taza de sus manos.

KyungSoo parecía apenas reaccionar, miró a SeulGi por un momento quién le sonrió en apoyo, antes de dirigirse a la puerta.

Dio un par de pasos intentando regular la respiración.

What to Expect When You're Not! Expecting [KaiSoo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora