Capítulo 4

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Ya estaba por oscurecer y estabamos sentados Gabs y yo en el piso cerca de un templete donde en fiestas o presentaciones la gente se paraba y hablaba por un micrófono o bailaban, etc etc. Nos encontramos a 2 amigas mías que iban justo conmigo en mi salón de clases y ahí, les presenté a Gabriel ya que no lo conocían y se pegaron a nosotros, nos pareció agradable ya que antes de que ellas llegaran, nos besamos un par de veces sentados en una jardinera cerca del kiosco de la plaza sin nervios o sin sentir que toda la gente que estaba ahí nos estaba observando, fueron besos muy inocentes y sin fin de llegar a más.

Iban a dar las 8 de la noche y ya era momento de irme, me estaba despidiendo de él cuando aparecieron unas amigas que justo eran las que iban a ir a la casa de Suhey, eran: Divina, Angie y Bianca.

-¡Wends! No esperábamos verte aquí, oh, hola Gabriel!- dijo Divina volteando a verme a mí y volteando a verlo a él, siguiéndola a la par Angie y Bianca sonriendo amistosamente.

Él solo saludó amistosamente con la mano sin necesidad de decir nada.

-Bueno, ni yo a ustedes, pero que bueno que nos vemos aquí las cuatro- sonreí para después preguntar -¿Saben cómo se irán a casa de Suhey?

-No, de hecho eso estaba por preguntarte a ti- la más alta respondió.

-Ahorita veremos cómo, no se preocupen.

Me volteé a ver con él y nos dimos un abrazo

-Avísame todo, cuando lleguen por ti y cuando llegues a tu casa, ¿Sí?

seguía abrazada de él, de frente alzando un poco mi vista ya que es más alto que yo.

-Te lo juro pero tus amigas te esperan, diviertete y disfrutas tu noche- respondió él para después darme un último corto abrazo e irse hacia donde lo recogerían.

Lo miré irse, dí un suspiro algo pesado que pasó desapercibido por las chicas y empezamos a caminar para sentarnos en una de las bancas de la plaza, iba pensando en qué nada podría cambiar mis sentimientos... Muy equivocada estaba, qué tonta ja.

-Ajá y ¿Entonces?, tenemos que movernos ya chicas.

-Apoyo a Bia, Div¿?- preguntó Angie.

-Voy a marcarle a mi madre chicas, con ella nos iremos- respondí yo.

Y así fue, busqué en mi celular el contacto de mi madre, ya quería irme sinceramente así que lo hice rápido y en cuestión de segundos ella ya estaba yendo por nosotras.

Indeleble - WenclairDonde viven las historias. Descúbrelo ahora