Capítulo 6. Nada Más Que Un Malentendido

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Narra Julieta


Mis iris volvieron a la normalidad pero, cuando quise hablar mi hermana se fue sin siquiera escucharme. Mi Alfa no se arrepentía, yo tenía miedo pero tampoco me arrepentía, quería decirle lo que sentía, quería decirle que lo que había dicho mi Alfa era verdad, que la quería a ella y que sería capaz de luchar en contra de mamá y de quién fuera por ella. Quería decirle que estaba ahí para ella porque era la persona que quería que estuviera a mi lado...

Busqué de manera desesperada su olor y cuando lo encontré me centré en seguirlo. Sin embargo cuando la llegué a encontrar la vi a lo lejos muy abrazada a aquella Omega y con la cabeza apoyada en su hombro. Las veía de un lado por lo que ninguna podía verme... mis ojos se cristalizaron al recordar una cosa "Sé cómo funciona nuestro cerebro con tal de meterla" ¿Eso era lo que quería?

Mi Alfa también se sintió algo herida aunque quería confiar en la Alfa de mi hermana.

Una cosa me quedaba clara. Mi hermana... Sí parecía arrepentirse, pues parecía incluso que quizás ¿Estaba llorando? La nube la estaba delatando. Seguramente fue un trauma y lo quería borrar con esa Omega... No, no tenía que haber bebido...

Lágrimas empezaron a deslizar por mis mejillas y me fui de ahí perdiéndome en lo más profundo de un bosque que había en un sitio del Encanto, del que poca gente sabía su existencia y que era tremendamente oscuro de noche.



Narra Pepa



Le expliqué todo lo que había pasado a Danna...
Estábamos sentadas bajo un árbol. No podía parar de llorar, y quería, pero... Me sentía tan herida y... Utilizada.

Danna: Mira el lado positivo Pepi... Usaste protección *me miró, y yo fruncí el ceño dándole un golpe en el pecho* ¡Auch! ¡Que, no estás embarazada!

Pepa: ¿¡Y A MÍ ESO QUE ME IMPORTA!? ¡ME HAN UTILIZADO DANNA! ¡LA PERSONA A LA QUE AMABA ME HA UTILIZADO DESPUÉS DE DECIRLE TODO LO QUE SENTÍA POR ELLA, COMO SI FUERA UN MALDITO JUGUETE!

Danna: ¡Pues que con un bebé todo sería más complicado! ¡Perdón por ayudar! *Frunció el ceño* ... Haber cielo, ¿Has hablado con ella? ¿O has sacado esa conclusión sin si quiera escucharla?

Pepa: ¡ME DIJO QUE ESTABA ASUSTADA! ¡Y QUE AÚN SEGUÍA CASADA, TAMPOCO DIJO NADA DE DIVORCIARSE! ¡¡... YO SÍ LO HICE POR ELLA!! *Lloré con más fuerza*

Danna: ¡Si estuvieras conmigo nada de esto estaría pasando! ¡Pero como la señorita Alfa no quiere...! *La miré soltando un gruñido* Ya, ya... Haber... sí, suena mal, pero no le has preguntado directamente a tu hermana. ¿Por qué no vas a buscarla?

Pepa: ¿¡Para qué, para escuchar cómo me dice que quiere seguir con ese estúpido Omega!?

Danna: ¡Sí, para escuchar eso! ¡O tal vez una explicación!

Después de mucho discutir Danna logró convencerme. Fuimos a casita, pero al llegar me di cuenta de que mi hermana no estaba... Eso me preocupó. Estaba anocheciendo.

Pepa: Vamos... Te llevaré a tu casa y seguiré buscando *le dije a Danna. Ella asintió. La dejé en su hostal, y después empecé a buscar desesperada a mí hermana por toda la ciudad y afueras... Liberando mi aroma, con la esperanza de que me oliera y... Saliera...*



Narra Julieta



Pasaron las horas y yo no podía parar de llorar. Me escondí en una montaña, en un hueco que solo yo conocía y oculté mi aroma para no ser encontrada. Quería estar sola... Quería... Morirme por ser tan estúpida... No quería volver a casa y oler a mi hermana y que apestase a esa omega... Ni mi Alfa ni yo lo soportaríamos...

Tapé la entrada y me metí más adentro de la "cueva". Ya había ido alguna vez y le había hecho un pequeño circuito de luz. Hambre no pasaría, pues cerca había un lago y podía pescar, simplemente... Quería... Quedarme ahí... Lo último que quería era ver a mi hermana y saber qué estaba haciendo.

Sabía que mi sobrina Dolores podía escucharme, sin embargo todo serían imaginaciones pues no había forma de ver la entrada con facilidad. Me acomodé en un lecho de hojas bastante cómodo y me acosté mirando a la nada y pensando en lo que en la mañana había pasado con mi hermana...



Narra Pepa



Seguí buscando y buscando... Ya era de noche, muy tarde además... Volví varias veces a casa para ver si mi hermana había regresado. Pero nunca era así.

Estaba empezando a desesperarme. Ya se había originado una fuerte tormenta que apenas me dejaba ver por la lluvia, truenos y vientos... Pero no podía parar, tenía que encontrar a mi hermana. Estaba muy preocupada por ella.

Pepa: ¡JULIETA! *Empecé a gritar* ¡MI AMOR DONDE ESTAS! ¡JULIETA!

Tras horas buscando estaba agotada... Pero no podía rendirme... ¡Necesitaba encontrarla!

Seguí corriendo hasta encontrar un bosque cercano al Encanto. Me metí, y seguí gritando el nombre de mi hermana con desesperación. Hacía mucho frío... Demasiado. El pecho empezó a dolerme. Estaba mojada, no paraba de correr y mi cuerpo cada vez estaba más débil por culpa de la tormenta... Pero no podía rendirme.

Cada vez corría más lento. Mi garganta empezó a doler, pero aún así seguí gritando... Incluso utilizando mi voz de Alfa para hacerla salir, aún sabiendo que no funcionaría.

Me abracé temblando de frío... Cada vez me costaba más moverme...

Pepa: N-No... ¡No puedo rendirme, tengo que encontrarla! *Grité con las pocas fuerzas que aún me quedaban. Pero no sirvió para nada*

Caí desmayada al suelo fruto del frío, la posible fiebre y el inexplicable cansancio...

Cerré los ojos... Susurrando una última vez "Julieta".

¿¡Dos Alfas!? [Pepa X Julieta]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora