Horacio es lo único que tiene, y Gustabo es su persona favorita en el mundo.
• One-shot's, por si no has leído el titulo babe /wink
• Puede que alguno se desarrolle en un universo alternativo (AU), daré aviso de ser así ^^
• No hay línea cronológica...
• AU • Capitulo desligado de la línea temporal de la serie original tanto como de sus acontecimientos.
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La luz encima suyo le molestaba un montón, era blanca y demasiado brillante, y quien lo hubiera llevado ahí pareciera que la apuntó solo para joder. Apretó los labios, sintiendo un escozor que le hizo cerrar los ojos, adolorido en la camilla.
— ¡Señorita, con más cariño por Dios! — Gritó enojado, sintiendo el trato hostil de la mujer, quien le miró como si quisiera tirarle el desinfectante en la cara.
— No sea llorón, hombre, solo fue un rozón de nada —
— Pero me duele — Renegó, conteniendose de insultar para no ser atendido con más brusquedad por parte de la enfermera.
Ella rodó los ojos con fastidio, pues ya era cosa de todos los días curar a policías que no hacían más que darle horas extras; suspiró con cansancio, tratando de acercarse de nuevo para seguir con su trabajo, pero su mano fue tomada con delicadeza, subiéndole los colores a las mejillas de golpe.
— ¿Hay algún problema por aquí? — Preguntó una voz sutil.
Gustabo trató de mirar al de bata blanca, logrando ver solo una mata de cabellos azules, casi decolorados, peinados de forma desordenada en lo que parecía una cresta caída.
— ¡N-Ninguno doctor! — Se apresuró a negar, impidiendo la visión de el más alto hacia el malhumorado paciente — Solo que el agente está un poquito alterado —
— Alterado mis huevos; ¡esta mujer me trata como si le hubiera jodido la vida!, ¿qué le he hecho yo? — Fingió un tono dramático, pues pensó que si aquel hombre era un superior de la mujer podría dejarla con una mala imagen y sacársela de encima.
— Ahm... — Bajó la mirada avergonzada. El mayor solo achinó los ojos cuando una sonrisa se dibujó bajo su mascarilla, soltando a la enfermera.
— Yo me encargo desde ahora, vaya a recibir a los demas agentes de la sala — Pidió, y la joven salió de el cuarto casi corriendo, no sin antes mirar con odio al policía.
El rubio por fin pudo verle cara a cara. Era alto, moreno, y con los ojos más curiosos y bonitos que hubiera visto. Pero no era el único curioso por la persona que tenía en frente; el de blanco le dio una generosa repasada al cuerpo que estaba recostado en la camilla, con el brazo y el torso descubierto, con heridas a medio limpiar. No pudo evitar llevar su mirada de arriba a abajo, apreciando lo marcadas y en forma que se notaban ciertas partes, y como ignorar tan bellos y profundos azules que parecían no mostrar disgusto por su libinidosa inspección. Aclaró su garganta, como si la primera presentación que tenían fuera devorarse uno a otro con los ojos.
— Buenas tardes, agente... —
— Gustabo García, pero Gustabo con B —
— Vale — Anotó su nombre en el fichero, curioso por el tono amable que usaba de repente — ¿Podría contarme cómo ha terminado así? —
