Horacio es lo único que tiene, y Gustabo es su persona favorita en el mundo.
• One-shot's, por si no has leído el titulo babe /wink
• Puede que alguno se desarrolle en un universo alternativo (AU), daré aviso de ser así ^^
• No hay línea cronológica...
• AU • Capitulo desligado de la línea temporal de la serie original tanto como de sus acontecimientos.
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Horacio se despertó, abriendo con dificultad sus ojos. Es como si el peso del estrés y cansancio de las últimas semanas se hubieran puesto de acuerdo para empezar a agitarse en su cabeza, murmurando con una voz fría y dura "rindete de una vez". Alejó las sábanas de su cuerpo, masajeando sus sienes para calmar la jaqueca que le nubló los ojos y le hizo escuchar un pillido en la habitación.
Se quitó la pijama que traía puesta y fue al baño de su habitación, queriendo lavarse la cara y quitarse el maquillaje que dejó en su rostro la noche anterior por querer dormir todo lo que pudiera. Suspiró, restregando su mano en sus ojos y entrecejo, gimiendo con la boca cerrada cuando eso le hizo sentir mejor, como un masaje directo.
Cuando volvió a abrir los ojos, su vista era nublada, pero trató de enfocarla cuando vio manchones de colores en su espejo, no recordando haber puesto nada ahí.
Su vista de a poco se volvió a la normalidad, y cuando quiso observar de qué se trataba su corazón dio un vuelco. En su espejo habían varias notas de papel, amarillo, rosa, verde, celeste y algunas blancas, todas con mensajes, escritas con la letra de Gustabo. Cubrió sus labios, aguantando tanto un jadeo de sorpresa como una sonrisita que se hacía más grande conforme iba leyendo cada notita.
"Puedes llegar tarde", "Te dejé café y una tostada en el microondas", "No te sobre esfuerces", "Hay tabletas en la cocina, toma dos", "Ponte guapa, tómate tu tiempo (aunque siempre lo estás)", "Recuerda que vamos a comer juntos a las 3:00 pm", "Eres el puto héroe de esta ciudad".
Los recordatorios y palabras de ánimo lo mantuvieron un par de minutos leyendo aquello con emoción, hasta llegar a la última, la cual le hizo sentir los ojos húmedos.
"Te amo, te espero afuera".
Horacio no tardó en limpiarse las mejillas y meterse a la ducha, importandole poco si el agua estaba fría de cojones. Se bañó rápidamente y se vistió con su colorida ropa, maquillandose un poco, solo colocándose las sombras más extravagantes que encontró en su cajón y un delineado negro que vio alguna vez en Twitter. Cuando salió de casa vio a Gustabo montado en su coche, mirando su teléfono. Se dirigió a él y se apoyó en la ventana del auto, mirando al rubio con una sonrisa.
— Buenos días, perro — Alargó la "o", su voz alegre y juguetona le sacó una sonrisita al mayor.
— Hombre, ¿qué tenemos aquí? — Dejó el teléfono, prestandole toda su atención a Horacio — Señor director, ¿gusta que lo lleve a la cede? —
— Por favor; ¿no quisiera acompañarme mientras hago papeleo? — Se subió al coche, poniéndose el cinturón.
— Que cita de mierda — Rió, girando las llaves para encender el auto.
— Compramos el desayuno y comemos allá. Si te tengo enfrente de mi escritorio quizás termino más rápido —
— Eso dijiste la última vez, te voy a distraer —
— ¿Entonces no quieres? —
Gustabo se inclinó sobre su costado, y dejó un casto beso en la mejilla del menor, volviendo a su lugar mientras desviaba la mirada con timidez, saliendo del parking.
— Claro que quiero, me encantaría —
Horacio aguantó las ganas de lanzarsele encima, solo asintiendo con ternura y posando su mirada en la carretera.
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¡Hi!
Jsbsb, una disculpa por andar perdido aaaah Espero que eso 5¿, 7¿¿ borradores¿ que tengo se terminen solos---
