El hombre que no parpadea

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Era una noche tranquila, kyu terminaba de preparar todo para cerrar cuando escucho el sonido de la puerta advirtiendo que alguien estaba entrando al lugar.

-- ya cerramos...

Dijo para luego ver al tétrico hombre entrar y sentarse en la barra.

A kyu nunca le agrado Ogino, era un hombre bastante sádico que tenía una extraña obsesión por recolectar las últimas palabras de sus víctimas, además de que no recordaba haberlo visto parpadear ni una sola vez.

-- ¿el jefe tiene algún encargo?

-- el quiere que rei regrese

Contesto el hombre sin expresar alguna emoción en concreto, pero le molestaba el hecho de que Rei pudiera regresar con tanta normalidad.

-- ¿qué tan pronto?

-- lo más pronto posible

Ogino siempre tenía una voz que no resaltaba gran emoción, algo típico de las personas entrenadas en la organización, kyu podía recordar como era la voz de Rei cuando recién lo conoció con solo escuchar a ogino, y ahora si bien su voz podía seguir siendo tranquila si que expresaba emociones como cualquier persona, no quería imaginar a rei volviendo a actuar como una máquina después de tener que alejarse de su familia.

-- le informaré

-- algo tiene entre manos, ¿verdad?

Ogino seguía inconforme, en algún punto de su vida se había hecho a la idea de que el sería el siguiente en la cabeza del negocio de los suwa, talvez no sería de sangre pero era uno de los mejores asesinos que habían entrenado, no tenía dudas de eso, hasta que el jefe tuvo un hijo.

Odiaba a Rei con toda su alma por el simple hecho de haber nacido, odiaba como el jefe le perdonaba sus errores y le parecía que era muy permisivo con el pelinegro al dejarlo irse y luego volver como si nunca se hubiera retirado, quería las últimas palabras de Rei más que otra cosa, pero, no podía tomar esas últimas palabras que tanto anelaba, porque lo quisiera o no, el jefe ya había decidido que su hijo tomaría el puesto de líder.

-- no se a que te refieres con que tiene algo

Kyutaro era consciente de que ninguno de sus dos amigos eran del agrado del hombre sentado frente suyo, y lo que menos quería era que estuvieran en la mira de ogino.

-- se que algo esconde

Decía más como una corazonada que como un hecho, y Kyutaro solo podía guardar silencio sin confirmar o desmentir las palabras del asesino.

-- en fin eso era todo

Dijo el mayor levantándose y abandonando el local sin pronunciar otra palabra.

De inmediato kyu llamó a Rei.

-- hola?

Sonó la voz del pelinegro al otro lado del teléfono, y Kyutaro tomó algo de aire para empezar a platicarle la situación.

-- rei, me acaban de dar noticias de tu padre

-- ¿qué pasa con el?

-- quiere que regreses

--... porque?

Esa última pregunta fue más que nada una reacción involuntaria, una pregunta que rei había formulado aun sabiendo la respuesta.

-- no puedo volver

-- lo se

-- entonces ¿que hago?

kyu podía escuchar un leve tono decaído de parte del ojiazul.

-- ogino va a investigarte

-- ¿ogino?

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