Misión familia

el suegro

Ogino se encontraba en la oficina del jefe informándole las cosas que había descubierto, esperando una ira de parte de su jefe que jamás llegó, en su lugar el hombre de la cicatriz se encontraba con sus manos cruzadas viendo fijamente las fotos que ogino había dejado en su escritorio sin cambiar su semblante.

-- buen trabajo ya puedes retirarte

Dijo el hombre mayor, indicándole a ogino que dejara la habitación, el cual salió sintiendose insatisfecho.

El padre de Rei se consideraba una buena figura paterna, a su retorcida manera enserió pensaba saber lo que era mejor para su hijo, su negocio necesita a rei para seguir existiendo, y por su parte el pelinegro tendría una vida cómoda, pero esto solo funciona si lo convence de vivir por y para la organización.

Por su parte Rei se encontraba observando a su novio hacer el desayuno.

Un sentimiento algo extraño inundaba el cuerpo de kazuki, era indescriptible, sus ganas de seguir su relación con rei apenas lograban anteponerse al miedo que le producía el padre del pelinegro.

-- ¿estas bien?

Le pregunto rei, en ese momento una ves su pareja lo sacara de sus pensamientos fue que se dio cuenta, se había quemado el pan francés que estaba haciendo, olvidó por completo que se encontraba cocinando por andar pensando en lo que harían más tarde.

-- rayos, en verdad lo siento, estoy nervioso

-- yo también

Kazuki lo miro y no parecía muy nervioso pero si bastante apagado.

-- supongo

Miri bajo ya lista para ir a la guardería, mientras cantaba una canción y tomaba su lugar el la mesa.

Para ambos padres el ver a la pequeña les producía felicidad e incertidumbre a la vez, porque es su hija, lo único que ellos desean es ser felices con ella y que ella sea feliz con ellos, el pensar que la podrían poner en peligro era algo en verdad duro, en especial para el pelinegro que debido a su entrenamiento no se desmoronaba, no dejaba al miedo ganar, pero podía sentirlo.

Terminaron de desayunar y la pequeña les trajo a sus padres un pequeño regalo que Anna sensei le había enseñado a hacer en una clase.

-- kazuki papá, Rei papá

Exclamó la pequeña estirando los brazos hacia los mencionados y abriendo las manos dejando ver 2 pulseras de hilo que hacian juego con la de miri y que la niña había hecho para ambos.

Kazuki empezó a llorar exagerando como siempre, mientras que le agradecía a miri entre abrazos y besos.

Rei, solo podía quedarse viendo la pulsera en sus manos, era la primera vez que alguien le hacía un regalo.

-- gracias miri

Decía dándole un abrazo a la niña la cual entre risas abrazaba a rei también, la escena fue tan linda que kazuki no pudo evitar sonreír y acercarse para envolver a ambos con sus brazos volviendo esto un abrazo familiar.

Rei quería que ese abrazo durará para siempre, solo en los brazos de kasuki se sentía seguro y solo con miri y el rubio era feliz.

-- los amo papás !!

Dijo la pequeña mientras se separaban, llevaron a miri a la guardería, y se dirigieron a la casa de los Suwa.

Entre más se acercaban a la casa kazuki podía ver como Rei se ponía pálido, parecía que estar cerca de su casa le enfermaba.

Al llegar no tuvieron muchos problemas entrando, por un momento ambos pensaron que deberían sobrevivir a un tiroteo para poder hablar con su padre pero extrañamente no fue así.