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Quiero Beto:
La primera vez que te vi, creí que eras el ser humano más molesto sobre la faz de la tierra, pero con el tiempo ese pensamiento cambió totalmente.
Estuviste conmigo en momentos felices, en los más tristes y en aquellos donde las emociones no eran suficientes para poder describir lo que realmente sentía, y por eso estoy realmente agradecida.
Nuestra historia comenzó de la forma más extraña, nuestro amor surgió de manera inesperada y el cierre es tan abrupto que parece que fue en un pestañeo cuando me susurraste nuevamente que me amabas en el silencio de mi habitación mientras sujetabas mis manos y acariciabas el dorso de estas para transmitirme todo tu sentir.
Dejarte ir es lo más difícil a lo que me he enfrentado desde que comencé con el proceso de intercambio, y aunque no quería dejarte, me temo que no quiero ser la causante de que te pierdas de las mejores experiencias en la adolescencia solo por estar esperando a que yo esté presente.
Quiero agradecerte por ser mi mejor amigo, por ser mi primer beso, mi primer novio y... mi primer amor.
No creo ser capaz de olvidar tan fácilmente lo que tuvimos, pero es parte de crecer el cerrar etapas y comenzar con otras. Espero que no me odies por hacerte esto, pero realmente no tenia el valor para decírtelo de frente, tan solo de pensar en todas estas palabras saliendo de mi boca las lágrimas comienzan a salir.
Sigue adelante.
Vive, llora, falla, enamórate de nuevo, y recuerda que todo lo que tuvimos tendrá un lugar especial en mi corazón.
