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El hombre que oculta su cara

Una noche como otra, tranquila con paz, sin ruidos, una mujer demonio, en busca de comida, había encontrado a un demonio que estaba devorando a un humano, entoces ella se acercó, cuando estuvo cerca del otro demonio, se dio cuenta de que era, un, humano, un caníbal, un humano que estaba devorando a otro humano, ella, se enamoró de él, y el igual, el al instante se enamoró de ella, entonces compartió su comida con ella, se hicieron amigos, empezaron a hablar, pasaron los años, se volvieron pareja, pero, un día, ella quedó embarazada, luego dio a luz, a un niño, sano, pero, al parecer, le afectaba la luz del sol, cuando el sol lo tocaba le salían quemaduras, el hombre, se cansó de ella y se fue, pero se llevó a su hijo dejándola completamente sola y con el corazón roto.

El hombre se quedó en una casa abandonado con su hijo de pocos días de aver nacido, le puso un nombre, decidió que se llamaría Gensui, cuando Gensui cumplió 8 años su papá le dio carne humana de comer, pero Gensui no la comió, no le gustó la carne humana, su papá, molesto, le dio un gran golpe y empezó a gritarle.

–¡¿COMO?! ¡¿NO QUIERES COMER ESO?! ¡TIENES QUE COMERTE LA CARNE! ¡YO MISMO VOY A MATARTE SI NO TE LA COMES!–Su padre le gritaba mientras lo tenía tomado del brazo.

Me quedé callado,tenia miedo y preferí comer la carne a que me matara.
Entonces me comí la carne, pedazo por pedazo, quería vomitar, pero no podía, quería llorar, pero no podía, termine mi plato, me fui al lugar que llamo "habitación", mi padre parecía contento, mientras que yo, solo quería vomitar.

Llego el día de mi cumpleaños número 14, fue el peor día de mi vida, excepto por una cosa. Mi padre, ese día, me llevo a matar un humano, no lo hice, esta vez no, no obedeci sus órdenes, me enfrente a él, y en ese momento me golpeó, empezó a golpearme, ¿Y yo? Yo me defendí, encontré una vara de metal, con esa vara, lo golpeé hasta que murió. Mientras lo golpeaba y el gritaba de dolor y que dejara de golpearlo, lo miré y le dije:
–¡Te mereces todo este sufrimiento!–
–¡Lo último que verás, es mi rostro!–

Después me di cuenta de lo que había echó, pero no sentí ningun remordimiento, solo sentía libertad.

Me lavé todo el cuerpo, lavé mi ropa, y me fui del lugar, descubrí que había una compañía donde mataban demonios, y me uní a la compañía, empeze a entrenar solo, y me di cuenta de que tenía una especialidad, podía manipular hilos, eso me facilitó matar a muchos demonios, cuando usaba mis hilos era como hacer magia, pensaba a donde los quería llevar y se movían, casi no necesitaba mover mis brazos o manos, también podía hacer eso con mi cabello y me lo dejé crecer, pero no podía manipular cosas pesadas, solo cosas livianas como los hilos y mi cabello, también comense a entrenar con una katana, en poco tiempo aprendí muchas estrategias.

Luego, entre a la selección final, llegué hasta el último día, sin ningún rasguño, pero había matado 10 demonios en esos días, pasaron los los días, luego los meses, hasta que se volvieron años, me convertí en el pilar de los hilos.

Cuando entre a la compañía de cazador de demonios, empeze a usar un velo muy oscuro, era negro, me cubría la cara, por que el sol me hacía quemaduras. Empecé a hacer nuevos amigos; antes mi padre no me dejaba hablar con los demás niños.
Perdi mis emociones, mi padre me golpeaba seguidamente, si lloraba,reía,jugaba,gritaba o me llegaba a dar asco la comida, me golpeaba, no podía hacer nada, lo único que podía hacer era dormir, siempre que me iba a dormir deseaba nunca más despertar, era una tortura, una tortura que sufrí durante 14 años, cuantos cadáveres sangrientos llevaba a el lugar que llamaba "casa", llenos de sangre, el igual estaba completamente lleno de sangre, su ropa, su cara, su cuerpo, todo el, pero el día que me pude liberar sentí un gran alivio y una gran libertad, al fin me libre de el, del hombre que tanto me torturaba, aún recuerdo mis manos, mi ropa y todo mi cuerpo, lleno de sangre después de haberlo asesinado, tantos golpes le di con aquel objeto que su cabeza quedó destrozada, todo mi alrededor, lo veía color rojo, como si hubiera explotado.