¿Ella? Una adicta al sexo. Sexy, egocéntrica y orgullosa.
¿El? Un chico serio. Padre soltero, responsable y reservado.
¿Podrán estos dos polos apuestos encontrar el amor?
—Mierda...—se quejó Brooke al escuchar el teléfono sonar y soltó a la pequeña en la cama antes de tomar el teléfono. — ¿Hola? —contestó mientras volvía a colocarle el lazo en el cabello de su princesa. Lucia tan adorable con el puesto; combinaba perfectamente con su vestido rosa y sus convers.
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—Buenas tardes, habla Candace West, la directora del colegio de James Bieber—escuchó a través de la línea y Brooke frunció el ceño. ¿Qué hacia la directora del colegio del mocoso llamándola? Ella era solo el contacto de emergencia. Se tensó al pensar en que algo malo había pasado con su mocoso. Si no, ¿Por qué entonces la estaría llamando? — ¿Es usted Brooke Bieber? —preguntó y esta sonrió levemente incomoda. Aun se le hacía incomodo que la llamaran por el apellido de su chico, pero lo amaba. Ella había tomado la decisión de tomar legalmente el apellido de su chico hace unos meses y desde entonces le costaba adaptarse a que la llamaran así.
—Si soy yo, ¿James está bien? —preguntó preocupada cargando a su pequeña y la directoria rio a través del teléfono.
—Si, el pequeño está perfectamente bien—respondió y Brooke suspiró de alivio. Había pensado lo peor; pero ahora sí que estaba confundida. Si el mocoso estaba bien, ¿Por qué la directora estaba llamándola? —La llamé porque su número aparece como contacto de emergencia y ya intenté sin éxito comunicarme con los padres del pequeño—explicó y esta frunció el ceño. —Ocurrió un pequeño incidente con el pequeño y un compañero, se enredaron a pelear y necesito que venga de inmediato—dijo y Brooke alzo una ceja. ¿Su mocoso había peleado? Pensó en una conversación que tuvo hace unos días con el pequeño y sonrió.
—Entiendo, ¿por casualidad fue con Adam con quien se peleó? —preguntó mientras miraba a su princesa que movía su chupete mientras acariciaba su pecho. De seguro tenía hambre y no es para menos, acababa de salir de la ducha y su pequeña siempre comía y tomaba una siesta luego de bañarse.
—Si, ¿Cómo sabe? —preguntó la directora y Brooke negó con una sonrisa. Le alegraba tanto que por fin su mocoso le haya dado una paliza a ese niño. Ella no era de apoyar la violencia, pero su mocoso le había dicho muchas veces que ese tal Adam lo molestaba y se burlaba por ser pésimo en la clase de ciencias. Incluso lo humillaba frente a todos y que un día le daría su merecido.
—Estaré pronto por ahí, gracias por llamar—dijo antes de colgar y miró a su pequeña. — ¿Escuchaste eso mocosa? Tu hermanito por fin le dio su merecido a ese Adam—sonrió besando su mejilla y cogió el biberón ya preparado con leche de pecho antes de dárselo. —Vamos a ver como quedo ese niño—rio cargando la mochila de la pequeña antes de salir de casa rumbo al colegio de su mocoso. Miró la hora y trago saliva al ver la llamada entrante de su chico en la pantalla de la radio. —Se ha comunicado al teléfono de la sexy Brooke Dallas, a menos que no sea su esposo favor de dejar un mensaje que probablemente no devolveré, pi......—dijo haciendo reír a su chico. Ella siempre bromeaba con el de esa manera. —Hola bebé—saludó mirando por el retrovisor como su pequeña bebía su biberón mientras jugaba con los animalitos de juguete que tenía su carsil antes de volver la vista a la carretera.
