The Crime of Love {Justin Bieber Short Story}

Parte IV

Brooke dejó su teléfono a un lado y volvió a tratar de ponerle atención a la película, pero no lo logró. No le llamaba para nada la atención las películas de misterio. No le encontraba el sentido. ¿Para que verla si como quiera vas asustarte? El mocoso había brincado tantas veces que había terminado en el pecho de su papá y ella botada en una esquina.

—¿Todo bien?—preguntó Justin viéndola y esta asintió acercándosele, pero justamente el pequeño James se subía más arriba impidiendo que esta lo tocara. Justin rio besando la cabeza de su hijo y estiró su mano acariciando la de su chica.  Suspiró poniéndose de pie bajo la atenta mirada de Justin y se acercó a su mochila a sacar ropa. —¿Qué haces?—preguntó Justin y esta se giró a verlo. El mocoso no se había despegado de él en ningún momento. Ni siquiera cuando comieron helado. Estaba pegado a su papá como un maldito chicle dejándola aparte en la esquina de la cama. Esperaba que se durmiera pronto, ese mocoso la irritaba. Le había ganado el juego, pero luego le había ganado tres veces corridas y se había burlado de ella hasta el cansancio. Y lo peor es que Justin también se había burlado de ella. ¡Increíble!

—Iré a darme una ducha—respondió ella y este asintió volviendo su atención a la película. Entró al baño y se quitó la ropa metiéndose a la ducha. Esperaba que cuando saliera ya ese mocoso no estuviera. Cogió su shampoo que había traído y aprovechó a lavarse el cabello. Lo que sea con tal de hacer tiempo para que el mocoso se fuera a dormir. ¿No que se supone que este durmiendo? Eran pasado de las diez. ¿No que todos los niños debían acostarse a las nueve? Se quitó el jabón del cabello junto con el de su cuerpo y se enrolló en la toalla. Bufó al darse cuenta que se trajo todo menos las bragas y se asomó por la puerta. Para su sorpresa no había nadie en la habitación. Sonrió saliendo del baño y se acercó a su mochila buscando sus bragas.

—Diablos nena, tu olor esta en todos lados—sonrió Justin cerrando la puerta detrás de él y esta sonrió. Tenía razón, la habitación olía a vainilla. Y eso le encantaba, amaba el olor de ella.

—Lo siento—rio ella y Justin sonrió acostándose en la cama sin dejar de mirarla. —¿Y el pequeño?—preguntó sacando sus bragas.

—Se durmió—contestó Justin y Brooke sonrió. Si el pequeño se había dormido, significaba que podía tener tiempo a solas con él. Se volteó a verlo y se soltó la toalla gateando desnuda hacia él que rio besándole los labios mientras la agarraba por la cintura.

—Bien porque estaba esperando que lo hiciera—dijo ella sobre los labios de él y bajó sus labios por el cuello de este deteniéndose varios segundos a marcarlo antes de seguir bajando por su pecho chupándole parte de sus pezones haciéndolo gemir. Sabía que eso lo volvía loco.

—Mmm, ¿De verdad?—gimió Justin viéndola y esta asintió acariciándole el bulto en sus pantalones. Sabía que no llevaba bóxer, solo sus pantalones de dormir.  —¿Qué haces?—preguntó y esta rio sacándole el miembro y empezó a masturbarlo sin dejar de mirarlo. –Dios nena—gimió cerrando los ojos al sentir como ella le lamia la punta sin dejar de masturbarlo. Quería hacerlo sentir bien.

—Mmm, me gusta saborearte—gimió y Justin abrió los ojos encontrándosela golpeando su punta con su lengua haciendo que saliera el pre seminal. Diablos, eso lo estaba matando. –Pero más me gusta sentirte—dijo lamiendo la punta una vez más antes de colocarse sobre este y penetrarse de una. –Joder—gimió empezando a dando saltitos y Justin se le unió agarrándole las manos.

—Me vuelves loco—gimió Justin apretándole el trasero y esta empezó a moverse más rápido haciendo que la cama sonara. –Nena—gruñó sentándose en la cama besándole los pechos.

—¡Justin!—gritó sobre los labios de este sintiéndose cerca y empezó a brincar más rápido haciendo que la cama sonara y los gemidos incontrolables de ambos se intensificaban. Estaban cerca, muy cerca.