Parte I

10.7K 332 12
                                    

—Así que, ¿Aun nada con Bieber?—preguntó Lola; su mejor amiga a su lado y esta negó poniéndole seguro a su lindo Ferrari azul customizado. Había sido uno de los tantos regalos de su papá.

—No, pero hoy lo lograré—contestó Brooke con una sonrisa mientras se ponía las gafas de sol. No hacía casi sol, pero combinaban con su vestimenta y eso la hacía ver más sexy. Ella amaba que todos se le quedaran mirando; justo como ahora. Aunque estaba segura que era por su shorts sueltos que casi dejaban ver su trasero, su top negro acompañado de su chaqueta de cuero roja y sus botas negras largas que llegaban hasta sus muslos. –Llevamos un mes de manita sudada, de citas aquí y citas allá y hoy lo follaré o lo mandaré a volar—dijo diciéndole adiós a algunos chicos antes de tirarle besos haciendo que su labial rojo resaltara más. Amaba ver como los chicos se peleaban por tener su atención. ¿Qué podía decirles? Ella era toda una diosa.

—Esperemos que sí, sino ya sabes donde esta Cameron—sonrió Lola y Brooke negó riendo. Cameron era el único chico que repetía y porque era hasta ahora el de mejor tamaño. Solo por eso tenía sexo con él cuando estaba aburrida, todavía no había encontrado uno con un miembro más grande. Esperaba encontrarlo pronto, esperaba que Bieber tuviera un buen tamaño porque sí no sería decepcionante para ella. El chico era guapísimo: sus tatuajes, su cabello, su manera de hablar, todo sobre él la hacía querer abrir las piernas en medio del pasillo y rogarle que la follara. Odiaba tener esos pensamientos, pero es que el chico valía la pena. Cogían clases de derecho juntos y nunca lo había visto antes. Tal vez porque faltaba a clases o estaba ocupada en el parking o en el pasillo tres teniendo sexo. Pero en cuanto lo vio, no dudó en acercársele. ¿El problema? El chico sabia quién era ella, había escuchado los rumores, pero Brooke había desmentido todo diciendo que no del todo eran ciertos. Lo eran, los rumores sobre ella eran totalmente cierto. Si se acuesta con un monto de chicos, si ha hecho un treesome,  si lo ha hecho en la mayoría de la universidad y si se tiró al profesor de anatomía. No se avergonzaba de ello, eso no la definía. Ella era simplemente una chica que le gustaba el sexo. ¿Qué mal tenia eso? Nada, además su carrera como futura sexóloga le exigía tener alto conocimiento sobre el sexo y anatomía. Ella era experta en eso. Pero odiaba coger la clase de derecho, la había cogido como electiva porque como futura psicóloga especializada en sexología tenía que tener conocimiento sobre los derechos del paciente y otras cosas más. Ahora agradecía haber cogido esa electiva, había conocido al bombón de Bieber, el cual pensaba tener dentro de ella en unas horas.

—Te veo luego—se despidió Brooke de su amiga al ver a Bieber hablando con unos compañeros entre ellos Josh y Carl. Unos idiotas que quisieron follarla a la misma vez porque eran mejores amigos y querían la misma experiencia. Unos tontos nerds. –Hola—sonrió acercándose al grupo haciendo que todos la saludaran. –Hola Just—saludó besándolo en los labios y este sonrió agarrándola por la cintura haciendo que los demás se alejaran discretamente. Nadie creía que la famosa Brooke estaba saliendo con el mismo chico todo un mes, a ella también le sorprendía, pero Bieber valía la pena.

—Hola—saludó Justin y Brooke sonrió. ¿Qué hacia ese hombre para siempre estar tan guapo y oler tan delicioso? Realmente la hacía perder la cabeza. La hacía pensar en cosas estúpidas.

—Acabo de almorzar y te he traído esto—dijo entregándole una bolsa de McDonald's. Sabía que tenía hambre y no había tenido tiempo de comprar algo. Apenas había salido hace unos minutos de una clase.

—Gracias nena—sonrió Justin besándole los labios y Brooke se le sentó en el regazo mientras este comía. Por ningún motivo pensaba soltarlo.

—Así que, ¿Lo de hoy sigue en pie?—preguntó y Justin asintió con una sonrisa. Iba a llevarla a cenar. Llevaban días saliendo y Justin no mentía al decir que le gustaba. Le gustaba a pesar de no ser el tipo de chica que solía salir antes.  Ella era diferente y eso le gustaba. No era aburrida, ni tímida como sus antiguas novia, como su ex. Siempre le había llamado la atención la primera vez que la vio entrar al salón de derecho, pero había escuchado ciertos rumores de ella y eso hizo que dejara de prestarle atención. Rumores como que se acostaba con muchos chicos, que había tenido relaciones con un profesor y que es fría y sin sentimientos. Ahora aprendía la lección. Él la juzgó por lo que había escuchado cuando en realidad ella no era la perra que todos hablaban. Si, un poco extrovertida y alocada, pero no era una mala persona. Y ella misma le había dicho que los rumores solo eran eso, que no le hacía caso porque no tenían sentido. Él también pensaba eso. Se había dado cuenta que los rumores no eran más que eso, ella era una chica increíble.

The Crime of Love {Justin Bieber Short Story}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora