Las Crónicas Del Nexo, La Leyenda De Los Guardianes

[Capitulo 2]["el abrigo del vacio"]

Resonando con el eco de las paredes se escucharían pasos apresurados en una dirección, una joven de cabellera café escarlata y ojos color vino se apresuraba al encuentro de su compañero, tras su espalda una mochila de expedición era mecida al ritmo de sus pasos, un cuchillo blanco y lizo colgaba de un cinturón de cuero gastado.

habiendo llegado hasta el extremo contrario de aquel pasillo se posaría de pie frente a la puerta que se encontraba delante de ella, abriendo la puerta le recibiría una habitación empolvada y vieja, una cama improvisada a uno de los extremos del cuarto junto la cual se cernía un escritorio metálico, proveniente de una pequeña vela dentro del lugar la chica chasqueo la lengua con molestia en respuesta de la luz.

¡Despierta dormilón! nos esperan fuera. Diría la chica con un tono de irritación y molestia hacia la única otra persona en el lugar.

sobre las viejas sabanas de la cama, se encuentra reposando un chico de cabello negro lacio, una mochila a su lado y una especie de machete improvisado con escombros de metal sobresalía de él, mirando a la recién llegada no pareció tomarle muy en cuenta, eso si su rostro cansado y aburrido expresaba dicho punto, al ver esto la joven de cabello escarlata pareció irritarse más.

-porque tanta prisa? ¿No dijeron los demás que saldríamos al segundo sonar de campanas? - despreocupadamente tomaría asiento con un bostezo saliendo de su boca, el chico vestía una sudadera azul profundo despintada en las mangas y un pantalón gris holgado que complementaba al lúgubre lugar, al escuchar el bostezo su acompañante tomaría la palabra nuevamente.

-eso fue hace más de 4 campanas, ¡dormiste más de la cuenta! -. un tono sombrío y peligroso se comienza a asomar entre su voz. -seguro no te importara quedarte sin comer por ahora, ¿no? Digo, de esa manera ahorraremos más alimentos-

-cielos, alguna vez te han dicho que eres muy poco paciente? Ya me levanto no te preocupes, además-. El chico agrego -es siempre necesario tomar descansos para no acabar quemándote a ti mismo, igual y te serviría tomar algunos de vez en cuando-. Diría poniéndose de pie, agarraría su mochila y observando con una sonrisa a su acompañante en una sutil forma de hacerla calmar.

-¡como digas una palabra más te lanzare contra los huecos!-.

tomando sus cosas, ambos jóvenes tomarían marcha por el pasillo hacia la salida de aquel silencioso lugar [...]

en el horizonte, se cernía una gran torre tallada de roca caliza una piedra tan blanca que parecía brillar ante la oscuridad de este hueco mundo, la imponente altura de esta parecía rascar el cielo con su gran altura, perdiéndose entre las nubes de ceniza y polvo.

sobre las nubes, el final de aquella torre se cierne en un paisaje completamente blanco junto al horizonte en el perpetuo brillo del ocaso con su luz naranja etéreo, dentro de la gran torre, en la zona más alta se podría divisar un gran ventanal, el cual dejaba entrada a aquel eterio brillo naranja, delante de este una sombra se podría observar, está reflejada por la luz casi como una ilusión, la cual parecía inerte en su sitio, obligada a ver hacia el horizonte y más allá de él.[...]

Haciendo eco del crujir proveniente de aquella fogata y siendo la única fuente de luz en aquel lugar, un joven de ojos esmeraldas estaría intentando con todas sus fuerzas ayudar a un joven moribundo, aquel peli crema lucha contra las heridas y hemorragias de su acompañante, cualquier otra persona hubiese dado por muerto al chico, con una varilla oxidada en su hombro, múltiples heridas y rasguños en sus piernas, moretones en su estómago y lo que más le causo temor, una gran cicatriz en la parte baja de su pecho, todo esto junto a una palidez mortal en su piel, de entre este mundo inerte, la vida que surgió en un destello, es arrebatada lentamente, escapando de entre los esfuerzos de su auxiliar, como agua entre sus dedos fríos y temblorosos.[...]

de entre los escombros de un almacén dos jóvenes salen con mochilas a sus espaldas, la joven chica con notable molestia y enojo, contrastando con el joven chico, el cual estaba notablemente cansado por la actitud de su bajita acompañante, mirando a su alrededor encontrarían casas, edificios y más almacenes pequeños en el mismo estado o peor y sin decir nada más se embarcan al oeste hacia el lugar de reunión con el resto de su grupo.[...]

,respiraciones pesadas salían del chico de ojos esmeralda, observando al chico que se encontraba frente a el soltaría un suspiro que no sabía que estaba conteniendo, el joven de cabello castaño el cual estaba entre la vida y la muerte, ahora se encontraba reposando inconsciente, fuera de peligro sobre una manta con manchas rojas, su auxiliar se desplomaría sobre las rocas de su cueva ahora aliviado, alza sus manos por encima de su cabeza, estas estaban manchadas con sangre, sintió su estómago contraerse y como el ácido de su estómago amenazaba con salir, utilizando la poca fuerza de voluntad que tenia se negó a dejarlo salir cerrando sus ojos con fuerza.