Nuances D' Darkness

Ella no lo merecía. Parte III

Tres semanas después

Otra vez sentía la adrenalina en mi cuerpo, el alcohol corriendo por mi garganta. Había vuelto a salir. Jonathan y Thomas habían venido conmigo tal y como Julie les había pedido.

Bailaba con desconocidos, disfrutaba de la noche para liberar la tensión. Fui a buscar algo para tomar. Le pregunté a los chicos si querían algo y luego fui a la barra. Me di la vuelta, apoyando mi espalda en la mesada y respirando hondo. Desde el día que me atacaron no me gustaba estar de espaldas a los demás a menos que tuviera a alguien enfrente de mí. Me entregaron los vasos y fui con los chicos.

Empecé a sentirme mareada, así que me senté en uno de los sillones y cerré los ojos por un minuto. No sé bien cuando o como fue, pero me quede dormida. Al despertar estaba acostada en la cama, semidesnuda y con Jonathan al lado. Entre en pánico. Esto no debía pasar, Julie iba a matarme. Tome mi ropa y mi celular para encerrarme en el baño. Me apoye en la pileta e intente tranquilizarme. Luego tome mi celular y le mande mensaje a Julie para que viniera. Después moje un poco mi cara y me cambie. Solo rezaba porque nada hubiera pasado. Antes de salir del baño, escuche como la puerta del departamento se cerraba de un portazo. Trague saliva. Quería hablar con Jonathan para saber si algo había pasado, ahora solo me quedaba esperar a hablar con Julie.

Salí a comprar con los guardias que me dejo Julie e intente distraerme, pero estaba intranquila. No sé lo que había pasado anoche, no tengo ni idea de cómo terminamos así. No había tomado mucho y él no estaba tomando alcohol ya que estaba en guardia como Thomas.

Al llegar al departamento fui a la cocina así me preparaba para comer algo. Me tiré en el sofá y fui cambiando de canal mientras cada dos por tres revisaba mi celular, esperando una contestación de Julie. En eso entra ella, enojada.

—Julie, escúchame. Yo...

—Tú realmente eres... —ella respiró profundo— Quiero una explicación, Abigail, porque lo que paso es ilegal.

—No sé de qué me hablas —la mire confundida ¿ilegal? ¿De qué estaba hablando?

—Habló de que una u otra forma, Jonathan terminó drogado y en tu cama.

—No sé lo que paso, Juls, tienes que creerme. Yo solo fui a pedir algo para los tres y se los entregué. Te juro que no hice nada. Eso está fuera de mis limites.

Julie solo miró hacia la pared y no dijo nada.

—Juls, yo no me metería con Jonathan. Sí, quise hacerlo antes, pero dejé de intentarlo hace mucho. Incluso antes de que todo esto pasara. Hicimos una tregua cuando esto empezó. Yo no haría nada en contra de ti —ella me miró— Ya no quiero hacer nada en contra de ti. Por favor, Julie, tienes que creerme —estaba llorando, esperando que me crea— Yo, yo no drogue a nadie. Me asusté cuando lo vi en la cama y la situación en la que estábamos. Me encerré en el baño y luego te mandé el mensaje. Estuve esperando que me contestaras para poder explicarte. Te juro que no sé lo que paso. Yo ni siquiera había tomado tanto y tanto él como Thomas no estaban tomando porque debían cuidarme, fue lo que pediste.

Ella soltó el aire y empezó a caminar. Solo esperaba que me crea. Se paró enfrente de mí y cuando iba a decirme algo, su celular sonó. Ella contestó rápido y se puso pálida al instante. Me miró y colgó la llamada para luego tomarme del brazo.

—Espera, ¿Qué crees que haces?

—Saben que estás aquí, vienen por ti, tengo que llevarte a otro lado y rápido.

— ¿Qué?

—Vienen por ti, maldita sea, debo ponerte a salvo.

Abrió la puerta del departamento y tiró de mí con fuerza, sacándome del lugar y dejándome en el pasillo. Fue en ese momento en donde todo se volvió un caos. El departamento exploto y nosotras caímos al piso con fuerza. Golpeé mi cabeza contra el piso al momento de caer y vi como Julie intentaba arrastrarse fuera del lugar para acercarse a mí. Mi campo de vista fue obstruido por un par de zapatos. Intente mirar quien era, pero mi vista se volvió negra y termine desmayándome.