Los Hermanos Potter y el cáliz de fuego.

Capitulo 18: Celebración.

—¡¡Eso fue increíble!!—Exclama Harry abrazándome.

—¡¡Tú tampoco lo hiciste nada mal!!—Exclamé mirando a Harry—¡¡Volaste de manera increíble!!

—¡¡Y tú domaste un dragón!!—Harry exclama alegre.

—¡¿Le entendiste?!

—Un poco—Dijo Harry riendo—¡Frigga es un buen nombre!

—Gracias—Matt Menciona alegre.

Dos personas entraron a toda prisa a la enfermería, Hermione e, inmediatamente detrás de ella, Ron. Matt mira a su amigo a quien convierta su hermano de manera fría.

—¡Harry, Matt han estado genial! —Nos dijo Hermione con voz chillona. Tenía marcas de uñas en la cara, donde se había apretado del miedo—¡Alucinante! ¡De verdad!

—Gracias Mione—Le agradecí.

—Matt, Harry —Dijo Ron muy serio—Quien quiera que pusiera sus nombres en el cáliz de fuego, creo que los quiere muertos.

Fue como si las últimas semanas no hubieran existido, como si los hermanos vieran a Ron por primera vez después de haber sido elegido campeón.

—Lo has comprendido, ¿eh? —Contestó Harry fríamente—. Te ha costado
trabajo.

Hermione estaba entre ellos, nerviosa, paseando la mirada de uno a otro. Ron
abrió la boca con aire vacilante. Harry se dio cuenta de que quería disculparse y comprendió que no necesitaba oír las excusas.

—Está bien —dijo, antes de que Ron hablara—. Olvídalo.

—No —replicó Ron—. Yo no debería haber…

—¡Olvídalo!

Ron le sonrió nerviosamente, y Harry le devolvió la sonrisa. Hermione, de pronto, se echó a llorar, pero yo no deje de mirarlo de forma fría.

—¡Matt yo...!—Lo interrumpí.

—Si Harry quiere perdonarte esta bien, es su decisión pero yo no—Le dije serio.

—¡Matt...!—Harry quería intervenir pero lo detuve.

—Yo no perdono la traición Ron y eso lo sabes bien, dije que no te volvería hablar y lo pienso cumplir porque rompiste mi confianza en cuanto nos diste la espalda y si quieres volver a recuperarla tienes que ganartela Ron—Dije fríamente.

—Por favor—Hermione nos pide—Sé que hay rencores aquí pero por favor hemos sido amigos por cuatro años.

—Escuchen podemos ir a ver las puntuaciones en nombre de nuestra amistad—Harry pide mirándome suplicante.

—No significa que sea de nuevo su amigo—Comente antes de salir.

Ya habían retirado a Frigga para cuando entramos a la arena. Observe el lugar en donde estan sentados los jueces: justo al otro extremo, en elevados asientos forrados de color oro.

—Cada uno da una puntuación sobre diez —Nos explicó Ron.
Entornando los ojos, Harry vio a Madame Maxime, la primera del tribunal, levantar la varita, de la que salió lo que parecía una larga cinta de plata que se retorcía formando un ocho.

—¡No está mal! —Dijo Ron mientras la multitud aplaudía—. Supongo que te ha
bajado algo por lo del hombro…

A continuación le tocó al señor Crouch, que proyectó en el aire un nueve.

—¡Qué bien! —grité y le di a  Harry un golpecito en la espalda.

Luego le tocaba a Dumbledore. También él proyectó un nueve, y la multitud vitoreó más fuerte que antes.
Ludo Bagman: un diez.