El cuarto año de los Hermanos Harry y Matt Potter, Hogwarts se prepara para el Torneo de los Tres Magos, en el que competirán tres escuelas de hechicería. Para sorpresa de todos, Los hermanos Harry y Matt Potter son elegidos para participar en la co...
Matt sintió que los pies daban contra el suelo. La pierna herida flaqueó, y cayó de bruces. La mano, por fin, soltó la Copa de los tres magos.
-¿Dónde estamos? -Preguntó Cedric sacudió la cabeza.
Matt se levantó, ayudando a Harry a ponerse en pie, y los tres miraron en torno.
Habían abandonado los terrenos de Hogwarts. Era evidente que habían viajado muchos kilómetros, porque ni siquiera se veían las montañas que rodeaban el castillo.
Se hallaban en el cementerio oscuro y descuidado de una pequeña iglesia, cuya silueta se podía ver tras un tejo grande que tenían a la derecha. A la izquierda se alzaba una colina. En la ladera de aquella colina se distinguía apenas la silueta de una casa antigua y magnífica.
Todo el lugar se le hace familiar a los Potter, demasiado familiar, tanto que no pueden evitar sentir escalofríos recorrer su espalda.
Cedric miró la Copa y luego a los Potter.
-¿Les dijo alguien que la Copa fuera un traslador? -preguntó.
-Nadie -Respondió Harry, mirando el cementerio. El silencio era total y algo inquietante.
-¿Será esto parte de la prueba?-Pregunta Matt pero una parte de él le dice que no.
-Ni idea -dijo Cedric. Parecía nervioso-. ¿No deberíamos sacar las varitas?
-Sí -Asintió Harry, contento de que Cedric se hubiera anticipado a sugerirlo.
Las sacaron. Harry y Matt seguía observando a su alrededor. Tenían otra vez la extraña sensación de que los vigilaban.
—Harry el cementerio ¿No fue aquí donde nosotros soñamos...?—Las palabras de Matt quedaron en el aire.
Harry abrió los ojos y recordó lo que pasó en su sueño y de inmediato el pánico se apoderó de los Potter.
—En los sueños estuvimos aquí—Dijo Harry y luego se fija en el nombre de una de las lápidas—¡¿Tom Ryddle?!
—Oh, Cedric tenemos que irnos—Le dice Matt.
—Tenemos que tocar la copa—Hablo Harry reprimiendo una mueca del dolor.
—Alguien viene —Dijo de pronto Cedric.
Los tres vieron a una figura acercarse y entonces, sin previo aviso, las cicatrices de ambos Potter empezaron a dolerles. Es un dolor más fuerte que ningún otro que hubiera sentido en toda su vida. Se quejaron tan fuerte que se arrodillaron en el suelo.
Harry tocandose la frente y Matt su brazo que le ardía del dolor.
—¡¡Chicos!! ¡¡¿Que sucede?!!—Cedric se acerca a ellos preocupado de lo que les esta pasando.
—¡¡Toma la copa!!—Harry le grita adolorido.
—¡¡Trae la Copa Cedric!!—Le grita Matt esta vez tocando su brazo adolorido.
Pero Cedric no lo hizo, en su lugar apunto con su varita a la figura que se acerca.
—¡¿Quien es y que es lo qué quiere ?!—Cedric exigió saber.
—Mata al intruso—Dijo una fría y malévola.
—¡Avada Kedavra!—Conjuro la otra voz.
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