Día de chicas.

991 53 15
                                    



HERMIONE P.V.

-El mejor polvo de mi vida -rió Charlotte, bebiendo de su zumo denaranja- Te lo juro. Que caliente es ese hombre. Por cierto, ¿tu rubito?

-Trabajando -sonreí, mientras Karl secaba un par de vasos con un trapo, que luego me tiró a la cara- Alguien va a tener que cuidar de mí -reí devolviéndole el trapo al camarero.

-Pero si encima es milloneti -Lotte puso un puchero mientras sacaba su móvil y le volvía a marcar a Layla- Yo no se de que tequejas.

-¿Has vuelto a hablar con Blaise? -pregunté, bebiendo de mi zumo de piña- Porque le conocí durante siete años... Bueno, conocer, conocer, no... pero sí conseguí información de él.

-Pareces una secuestradora -rió Karl, alejándose para ir a atender a una pareja que acababa de ocupar una mesa. Justo en ese momento la campanita de la puerta tintineó, mientras Layla se descubría la cabeza y se ahuecaba el pelo.

-Como llueve -suspiró mi amiga cuando se sentó a mi lado, consiguiendo que a Lotte y a mí se nos saltara la risa- ¿Por qué os reís? Yo no lo considero ni una pizca de gracioso.

-Pero si no hay ni una nube -siguió riendo Lotte, provocando un puchero en la rubia.

-Pues llueve, y punto -finalizó Layla, pidiéndole a Karl un café descafeinado, sacándole otra carcajada a Lotte- ¿Y ahora qué?

-La edad empieza a pesar, ¿eee? -siguió riendo Lotte, escupiendo el poco zumo que había bebido- Nos pasamos de unas buenas copas nocturnas a un cafecito... solo hacía falta que en vez de azúcar le echaras edulcorante.

-Ya vale la guasa -nos miró mal la rubia, llevándose la bebida a la boca- Yo quiero beber café y punto. Además, vosotras andáis a zumitos... Que no se que es peor.

-Bueno, ¿y tú no tienes novio? -preguntó Karl, sentándose en la cámara heladera donde guardaban los cubitos de hielo, mirando sugerente a la rubia, quien se encogió de hombros- ¿Eso es que no?

-Novio, lo que se dice novio, en sí no tengo -sonrió Layla, haciéndonos reír a nosotras dos. Al ver que Karl iba a volver a hablar levantó su mano izquierda y le enseño el pequeño anillo de su dedo anular- Prometido, sí tengo.

-Joder -murmuró el moreno, yéndose a fregar unos vasos que había dejado un grupo de chicas en la barra- No entiendo por qué todas las que me gustáis tenéis novios.

-Algún día encontrarás a una bien guapa para ti -sonrió Charlotte, recibiendo un gruñido por parte del chico- ¿Que tal Tanya? Es bien guapa, y seguro que tenéis la confianza suficiente para ir a comer, a tomar unas cañitas... Ya tú sabes.

-Y además hacéis muy buena pareja -sonreí yo, guiñándole el ojo, mientras sus mejillas adquirían un tono más oscuro.

-¿Por qué no me dejáis trabajar? -se quejó él mientras se alejaba a fregar la barra de la otra punta del local.

-Pobre -rió Charlotte, una vez terminamos todas nuestras bebidas y salimos del local tras despedirnos de Karl- Bueno, ¿qué hacemos ahora? -Preguntó, para después elevar sus ojos hacia el cielo- Pues si llueve si...

-El caso es que no hay una nube... -murmuré, mirando al cielo junto a mi amiga mientras me colocaba las gafas de sol- Esto es muy raro...

-Os lo dije -rió Layla, colocándose la capucha de su chaqueta- Para que os volváis a reír de mí -añadió mientras se colgaba de mi brazo- Podíamos ir de compras.

-¿Para qué? -se sorprendió Lotte mirando a Layla quien portaba una gran sonrisa.

-Habrá que ir buscando los vestidos de mis damitas de honor -chilló Layla contagiando a Lotte, mientras ambas se ponían asaltar en medio de la calle, consiguiendo que las miradas de los transeúntes se centraran en nosotras. Menos mal que tenía a dos amigas a las que les gustaban las compras... porque a mi me sobraban ya las ganas... y todavía no habíamos empezado a buscar.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Oct 07, 2017 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Dulces Mentiras. (Draco Malfoy Y Hermione Granger)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora