Entre Pruebas Y Copas.

2.1K 87 3
                                    

Harry P.V.

-Algo estamos haciendo mal si por más que buscamos no la encontramos -dejó caer la matriarca de los Weasleys al llegar a casa el tercer día desde que comenzamos a buscar a nuestra castaña.

Cierto que no la habíamos encontrado, ¿pero también habíamos hecho todo lo que estaba en nuestras manos? Yo, hacía tiempo que había optado por otros métodos, por lo que hacía tiempo, más de lo que esta gente se creía, había ido a hablar con el ministro, sin embargo fue en vano, dado que el tampoco sabía nada.

-¿Me estás escuchando, Harry? -Ginny apoyó sus labios en mi mejilla- Llevas una temporada que te abstraes con bastante facilidad.

-Lo siento -asentí con la cabeza, dándole la razón, como era obvio que tenía- Es que estoy preocupado por Herms. ¿Y si le ha pasado algo? Nadie sabe nada, ni siquiera el ministro, y eso que tiene todo controlado.

-Seguro que está bien, no te preocupes -me sonrió mi futura mujer arropando mi mano entre las suyas- Recuerda que estamos hablando de la mejor bruja de la época.

-Además, en caso de haberle pasado algo nos habríamos enterado -comentó Ronald, mientras se metía un bollito de nata completo en la boca- Elff minifffftro nofff hufffiera afffisado.

-Supongo -murmuré levantándome y saliendo al jardín a tomar el aire, tanta tranquilidad no me parecía normal en una situación como esta.

-Tranquilízate... -murmuró mi pelirroja, entrelazando su mano con la mía y apoyando su cabeza en mi hombro- Se que estas preocupado, pero lo único que consigues es ponerme a mi más de los nervios, si eso es posible.

-Lo siento mucho, pequeña -respondí, rodeando su cintura con mis brazos- Pero es mi amiga, casi mi hermana, y no estoy haciendo nada para encontrarla... y esto me produce una incompetencia demasiado grande.

-¿Cómo que no estás haciendo nada? -me preguntó, clavando sus iris azules en mis ojos, frunciendo su ceño, hasta que sus dos cejas se juntaron- ¿Qué payasadas estás diciendo, Potter?

-Me siento completamente inútil, Ginny -respondí, cerrando mis ojos y aspirando su aroma- ¿Recuerdas quién derrotó a Voldemort?

-Por supuesto -contestó ella con una sonrisa, aligerando la tensión de su frente- Estoy prometida con el causante de semejante hazaña.

-Pues esa persona es incapaz de encontrar a su mejor amiga, la cual seguramente esté feliz y a salvo en alguna parte del mundo -comencé a dejar fluir la frustración que me traía agobiadito perdido- O eso quiero pensar. Y ahora tu me dirás que estamos todo lo que está en nuestras manos y toda la pesca, pero te aseguro, que si hubiera sido uno de nosotros el que hubiera desaparecido ella ya nos habría encontrado.

-Bueno, ¿tienes algo pensado? -sonrió, una vez que yo hube terminado- Porque a donde vayas te sigo.

-He pensado en ir a hablar otra vez con el ministro, pero más seriamente -comenté, a lo ella asintió, para después escuchar una voz a lo lejos.

-¡Niños!¡Vamos a cenar! -gritó Molly desde la cocina. Nosotros compartimos un suave beso y nos adentramos a la casa, donde seguía Ron comiendo bollitos de nata. 

-No entiendo como no explotas, Ron -comentó mi pelirroja sentándose en la mesa, donde los platos comenzaban a tomar posiciones.

-Secreto de la casa -contestó, para después engullir otro bollito.

........................................................................................................................................................................

Dulces Mentiras. (Draco Malfoy Y Hermione Granger)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora