Dulces Mentiras. (Draco Malfoy Y Hermione Granger)

¿Solo Atracción O Algo Más?

¡ATENCIOOOON!!!! En este capitulo hay LEMOND altamente explícito. No recomendable para menores. Si lees es bajo tu responsabilidad. Las escenas estarán señaladas por ~~~~~~~~~~~~ estas cosas~~~~~~~~~~~ si no quieres leer puedes saltarlo. Y sin más, aquí os dejo el cap.

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Hermione. P.V.

Después del encontronazo con Jake en medio de la calle le pedí a Karl que me acompañara a casa. Estaba a punto de meter la llave en la cerradura cuando se abrió la puerta, dejando ver a un rubio bastante molesto al otro lado del umbral.

-Ya era hora, Granger -comentó, para luego girarse a ver a mi compañero de trabajo- ¿Y tú quien eres?

-Karl, Karl Bayle -respondió tendiéndole la mano, la cual Draco rechazó.

¡DRACO! ¡DESDE CUANDO ES DRACO Y NO MALFOY! MAL GRANGER, MAL! Me reprendí mentalmente mientras entraba en la casa.

-¿Se puede saber por qué has tardado tanto? -preguntó el rubio, siguiéndome, dejando a Karl en la puerta.

-No te quedes ahí -le dije, sonriéndole. Él solo asintió y entró, cerrando la puerta tras de sí- Por que me encontré con Jake, y me entretuvo un rato, hasta que llegó Karl y me sacó de allí.

-¿Te hizo algo? -preguntó, mirándome de arriba a abajo.

-No, de no ser porque llegó Karl no se que podría haber pasado -comenté, dejando el pan sobre la encimera- ¿Quieres algo, Karl?

-No, gracias -contestó mostrando sus blancos dientes- Solo venía a acompañarte por si ese tío te hacía algo. No me gusta... me da mala espina.

-Sí, a mí también -corroboró Malfoy, consiguiendo asustarme- Esa pinta de niño bueno.... Tiene algo que no.

-Estoy con tu amigo, Herms -respondió el moreno despidiéndose con la mano- Me tengo que ir. Nos vemos mañana.

Cuando Karl cerró la puerta me senté en un taburete y enterré mi cara en ambas manos. Esta situación comenzaba a desesperarme. ¿Qué le pasaba a esos dos conmigo, que no podían dejarme vivir en paz? Esto comenzaba a ser acoso, y no me gustaba nada.

-Granger, ¿seguro que no te hizo nada? -preguntó el rubio, sentado en frente mía.

-Segurísimo, Malfoy -sonreí, intentado quitar hierro a la situación.

-Pues alegra la cara mujer -se enderezó y alisó sus pantalones- ¿Hay planes para el día de hoy?

-Ni idea -comenté recogiendo mi pelo en un moñete.

-Muy bien.

Dicho eso con un movimiento de varita el olor a café comenzó a extenderse por el salón, las cazuelas se situaron en los fuegos de la cocina y el agua comenzó a hervir. Yo miraba todo asombrada mientras que con una sonrisa, Malfoy se sentaba enfrente mía.

-Espero que sea de su agrado, señorita,  -yo reí ante su comentario, mientras él se limitaba a fruncir el ceño- No se que te parece tan gracioso.

-La situación -respondí, una vez me hube calmado- ¿A ti no te parecería gracioso que esto te lo hubiera contado otra persona? Tu, yo, en mi casa, hemos desayunado después de haber pasado la noche juntos... Ahora no se que estas haciendo... y todo ello sin maldecirnos, que es lo más interesante del tema.