TRANSTORNADO ❦ ᴷᴼᴼᴷᴳᴵ ❦

🌃012🌃

Esa noche soñe que Hoseok me decía

—Guau, Min, realmente apestas besando. Parece qué vas a necesitar mucha práctica.

Detrás de Hoseok, se formaba una larga fila de Acuchilladores de los Sábados por la Noche, cada uno esperando su turno para torturarme con besos. Empecé a gritar y golpear, pero no podía escapar y el Acuchillador Hoseok me besó una y otra vez.

La tortura no terminó hasta que lo golpeé tan fuerte que me desperté en el suelo enredado en un montón de sábanas. Apenas tuve tiempo de averiguar dónde estaba antes de que mi padre irrumpiera en mi dormitorio en calzoncillos, agarrando un hierro número nueve.

Ji Hoon y mi mamá vagaban detrás de él, pareciendo igualmente asustados.

—Lo siento —dije, levantándome del suelo—. Fue sólo un sueño.

—Un sueño bastante intenso —se quejó Ji Hoon.

Mi madre bostezó, pero sonrió con simpatía.

—¿Quieres hablar de ello?

Um, no. Definitivamente no quería hablar de un sueño en el que la principal forma de tortura era besar. Sobre todo no con mi madre.

—Estoy bien —dije, rogando que no me ruborizara—. Vuelvan a la cama. Lamento haber asustado a todo el mundo.

Mamá logró decir un "buenas noches" a través de un pesado bostezo, y mi papá comprobó doblemente la seguridad de la ventana de mi habitación sin decir una palabra. No sabía que la había estado bloqueando desde el día en que me di cuenta que Jungkook podría entrar a través de ella.

—¿Todo a prueba de asesino en serie? —pregunté, pero mi broma cayó plana cuando mi padre no pudo reunir una sonrisa.

La mirada en el rostro de mi papá me dijo que tenía un montón de sus propias pesadillas sobre el Acuchillador de los Sábados por la Noche. Y estaba bastante seguro de que las suyas no terminaban en un beso.

—Estoy bien —le aseguré cuando parecía a punto de acampar el resto de la noche a los pies de mi cama—. Vuelve a dormir, papá.

—Te quiero —susurró, besando mi frente.

Las declaraciones de amor definitivamente no son lo mío, pero de todos modos me atraganté con un—: Yo también, papá.

Tan pronto como mis padres se habían ido miré a Ji Hoon, preguntándome qué hacía todavía en mi habitación.

—¿De qué trataba tu sueño? —preguntó.

—De nada —le dije rápidamente. De ninguna manera quería entrar en esto con Ji Hoon.

—¿Se trataba de Jungkook?

—Dame un descanso, Ji Hoon. No voy a hablar contigo ahora mismo. Son las cuatro y media de la mañana. Vuelve a la cama.

—No puedo dormir —dijo, ignorando mi molestia—. No eres el único que tiene pesadillas acerca de Jungkook esta noche.

—No soñé con Jungkook. —Por una vez—. Espera. ¿Por qué tenías pesadillas con Jungkook?

Ji Hoon miró por la ventana al otro lado de la calle y luego se hundió en mi cama.

—Lo siento, no te escuché antes, cuando trataste de decirme que Jungkook estaba loco.

—Jungkook no está loco, ¿y no te disculpaste ya conmigo realmente? ¿Qué demonios ha pasado?

—Esta noche, después de que te vio con Hoseok juntos, se enloqueció tanto.