Por segundo domingo seguido, los parques de Daegu se encontraban libres de cualquier pelirrojo, y la razón era que Jungkook pasó la noche en la cárcel. Al menos, eso fue lo que me dijo Ji Hoon cuando me despertó bien temprano esta mañana, a las ocho. Anoche, después de habernos escapado de nuestros padres, nos encontrábamos en mi habitación intentando decidir si debíamos decirles sobre el ataque de Jungkook hacia Yijeong, cuando dos policías aparecieron en la casa de Jungkook.
Desde mi ventana, vimos cómo se llevaban a Jungkook esposado. Su tía lo abrazó con fuerza antes de que lo pusieran en el asiento trasero del auto. Cuando los policías se alejaron, su tía los siguió en su Beemer. El auto aún no había regresado.
—Pero ayer me dijo que los asesinos nunca irían por las personas que conocen. A Yijeong lo conoce. Y tiene razones para odiarlo. Si Jungkook fuese un asesino, no sería tan estúpido. Puede que haya atacado a Yijeong, pero no es el Acuchillador.
—¿Quién más podría ser? —preguntó Ji Hoon—. La semana pasada, Jungkook pasó todo el fin de semana aquí contigo y no hubo ningún homicidio. Anoche se lo llevaron a la cárcel, y una vez más, no hubo homicidio.
Tenía que admitirlo, si se veía mal.
—Yoongi, debemos decírselo a mamá y a papá. Tenemos que llamar a ese detective.
—¡No! —Mi corazón latía como loco. Fue horrible haber visto cómo se llevaban a Jungkook anoche.
Me quedé sentado junto a la ventana toda la noche, esperando a que su tía lo trajera a casa. No podía soportar pensar que se encontraba en la cárcel. Sabía que podía cuidarse de otros criminales, pero aún así, existía una parte de él que era demasiado vulnerable.
Simplemente lo quería en casa, donde sabía que se encontraba seguro. Necesitaba decirle que lamentaba haberme enojado ayer y hacerle saber cuánto apreciaba que haya querido defenderme, aunque lo haya llevado demasiado lejos.
—Sólo intentaba protegerme —dije, frustrado—. Ésa fue la única razón por la que atacó a Yijeong. No lo voy a culpar por los homicidios de los Sábados por la Noche hasta que tengamos pruebas. Pruebas en verdad físicas. —Miré hasta la casa al otro lado de la calle, allí tan vacía y tentadora, suspiré—. Tengo que saberlo con seguridad.
Ji Hoon vio como me ponía mis zapatos. Me siguió mientras cruzaba la calle y preguntó—: ¿Qué estás haciendo?
—¿Qué estamos haciendo? —le corregí—. Es una cosita pequeña llamada allanamiento de morada.
—¿Qué? ¡No podemos hacer eso!
—¿Por qué? No es como si Jungkook nunca hubiera entrado sin permiso a mi habitación. Al menos tengo que intentar averiguarlo. Si tiene algún tipo de prueba allí adentro, entonces aceptaré que mi novio es un psicópata asesino y llamaremos a ese detective. Lo prometo.
—Pero no puedes simplemente meterte en casas ajenas, Yoongi. También podrías terminar en la cárcel.
—Necesito ponerle un fin a esto —admití desesperado—. Aún me gusta, ¿está bien? Ji Hoon, me gusta mucho. Si él mató a esos omegas, entonces necesito alguna prueba. Tengo que verlo con mis propios ojos. Necesito algo que haga que deje de gustarme.
Una intensa sensación llenó mi estómago justo en ese momento.
Dejé de moverme y miré a Ji Hoon a los ojos.
—Y si en verdad encuentro una prueba —murmuré, luchando contra las nauseas—, entonces voy a necesitar que mi hermano mayor esté allí conmigo para que me ayude a calmarme cuando me esté volviendo loco.
Ji Hoon me miró fijamente, tragándose todos esos pensamientos, y tomó mi mano.
—De acuerdo —dijo, convencido—. Está bien, hagámoslo.
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TRANSTORNADO ❦ ᴷᴼᴼᴷᴳᴵ ❦
أدب الهواة✧*̣̩⋆̩☽ ᛕooᛕᧁ꠸★°*゚ El verano de los dulces dieciséis de Yoongi es un verano de primeros. Primer coche. Primer beso. Primer novio. ¿Primer asesino en serie acosador? Min Yoongi es un omega que no se comporta "como tal" y está obsesionado con el hoc...