Día 10: reencuentro

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Capítulo 2
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Volver a verse fue inesperado, sobre todo porque no se reconocieron. Aunque el nombre debió ser un indicativo había pasado casi una década desde entonces y tuvieron un gran cambio de imagen. Además, la situación se volvió caótica al entrar Sugishita y Sakura en una absurda pelea que se llevo todas las miradas. Es casi una semana después que Suou encuentra similitudes y encaja las piezas.

—Nirei-kun —llama mirando por sobre su hombro al chico escondido en su espalda.

—¿Si?

Ladea la cabeza Nirei viendo con curiosidad al moreno. Esos ojos brillantes de color canela, Suou los recuerda, fue unas de las miradas más cariñosas y dulces que recibió en su vida. Para asegurarse coloca una mano en la frente del rubio y levanta el rizado flequillo, sonríe al ver la expresión nerviosa justo como el niño de esa boda. Es él, no cambio nada, sigue siendo asustadizo y muy tierno. Deja caer el flequillo y está por explicar su descubrimiento cuando uno de la pandilla se acerca a él con intención de hacer daño. Se deshace del hombre sin hacer esfuerzo. Escucha a Nirei llamarlo “genial” por sus movimientos en combate, siente que esas palabras tienen un peso extra ahora que sabe quién es. Un posible amigo de la infancia volviendo a su vida casi diez años después como un potencial mejor amigo. ¿Es a esto lo que llaman destino? Un reencuentro ya escrito. Suena tonto, pero cree que hay algo mágico en todo esto, quizás es por la sensación cálida de felicidad en su pecho.

El resto de la pelea Suou logra mantener su atención con éxito. Kiryuu, Sakura y Tsugeura no tuvieron problemas en acabar con todos los tipos malos. Después de intercambiar números de teléfono y tomar la foto grupal vuelven dentro del restaurante para por fin disfrutar de una buena tarde.

Suou observa a Nirei escribir en su cuaderno, piensa que debe ser todo lo visto hoy en la pelea. Le hubiera gustado sentarse a su lado, pero de nuevo han quedado enfrentados. Su mirada debe de ser intensa porque de repente Nirei lo observa con esos grandes ojos marrones, parece un cachorro asustadizo escondido tras su cuaderno. Adorable.

—No me recuerdas, ¿verdad?

—¿Ah? Mmh, me estaba preguntando porque la intensa mirada, creí tener algo en mi cara —dice Nirei, suelta un suspiro de alivio y guarda el libro—. Y lo siento, pero no.

—Tiene sentido, fue hace muchos años y fuiste demasiado tímido para hablar conmigo.

—¡No puede ser! —Exclama con emoción Nirei poniéndose en pie y señalando con un dedo a Suou—. Eres el niño hermoso.

Esa afirmación trae un leve sonrojo a las mejillas de Hayato.

Suave amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora