Día 23: intercambio de regalos

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Capítulo 15
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Sakura destroza el envoltorio y extiende entre sus manos el contenido, una chaqueta de cuero negra. Es justo la chaqueta que quería, es un poco costosa y por eso no podía darse el lujo. Mira con una gran sonrisa a la pareja.

—Gracias.

Es un regalo increíble y de calidad, nunca podría pensar en comprar algo así sólo por gusto ni mucho menos ahora que planea mudarse a un lugar más cómodo.

—No es nada Haruka-kun. ¡Feliz año nuevo!

—¡Feliz año nuevo! —repite Nirei, sonríe contento y levanta su copa en un brindis solitario.

Haruka asiente en reconocimiento, ya perdió la cuenta de cuantas veces dijo “feliz año nuevo” y todas para responder a las alegres felicitaciones del moreno. Ve a Suou pegarse a Nirei en un apretado abrazo, el hombre está borracho como nunca lo había visto antes. En estos siete años de amistad es la primera vez que pasan el año nuevo juntos, normalmente sólo son Nirei y él, pero esta vez Suou faltó a la tradición familiar y decidió quedarse con ellos. Al principio todo fue tranquilo, luego Hayato comenzó a tomar, tomar y tomar, los nervios y la ansiedad no lo dejaban en paz.

—Estoy feliz de estar aquí. En casa del abuelo son aburridos y desagradables, muy desagradables —suelta Suou en modo quejoso, apoya su cabeza contra el cuello de su novio y así impedir que vean su expresión. Su mente sigue diciendo lo mal que está saltarse tradiciones.

—También estoy feliz de tenerte aquí, ¿quieres abrir tu regalo? —sugiere Nirei, acaricia la espalda del hombre sintiendo como se relaja. No es agradable ver así a Suou y por eso nunca comentó sobre la tradición familiar, estaba bien pasando las fiestas junto a Sakura, hasta hubo veces donde los demás se sumaban y terminaban teniendo una gran fiesta. Esos fueron buenos días de hombres adultos solteros, días que no volverán. Pero sigue teniendo a su mejor amigo y ahora estará su novio ahí, no puede ser más perfecto. Es su hogar, su casita feliz.

—Quisiera comer más pastel.

—Hazlo.

—¿Quieres?

—No, gracias.

—¿Haruka-kun?

—Sí, y si puede ser una cerveza.

—Ya vuelvo —dice Suou en un tono alegre para luego levantarse y caminar a la cocina.

—Aquí —murmura Sakura extendiendo un sobre al rubio—. Es lo que me pediste.

—Muchas gracias —susurra Nirei aceptando en sobre, mira lleno de alegría el contenido y vuelve a agradecer. Entradas para un concierto, Nirei quería hacer una sorpresa y por eso Sakura aceptó comprar los boletos de forma online con la transferencia que hizo el rubio, de esa forma si Suou investigara en el historial de compra no tendría manera de saber para que se utilizó ese dinero. Aunque Suou no es del tipo controlador, la suma de dinero sigue siendo mucha y por ello podría tener curiosidad. Corre a esconder el sobre a la habitación y cuando vuelve encuentra a sus amigos abriendo más regalos.

—Unas pantuflas nuevas —exclama con alegría Suou.

—¿Te gustan? —Pregunta el rubio sentándose al lado de su novio.

—Son horribles, pero las quiero porque fue un regalo tuyo.

Suou es brutalmente honesto cuando está ebrio, no es que mienta, pero esas palabras no hubieran sido las elegidas para expresar su opinión. De todas formas, Nirei no está enojado, sabía que unas pantuflas de panda no serían del agrado de su pareja, es una broma no tan broma ya que es un regalo y debe ser usado.

—Es mi turno —anuncia Nirei tomando la bolsa de regalo y rompiendo el envoltorio—. Es un sombrero… y guantes a juego.

Esta un poco sorprendido por el peculiar regalo, pero adora los accesorios y el color blanco combina con todo. Viste las prendas y hace una pose de modelo cuando ve a Sakura tomando fotos con su celular.

—De nada —dice Sakura satisfecho por su elección.

—Gracias, son a medida.

—¡Ahora mi regalo! —habla Suou, emocionado coloca la pequeña caja en la mano de su novio.

Sakura estalla en un intenso sonrojo pensando en la posibilidad de una proposición de compromiso, comienza a temblar de los nervios y cae sobre el suelo aliviado al ver unos pendientes.

—¿Mmh?, yo no tengo perforaciones.

—Dijiste que querías.

—Eso es verdad —recuerda Nirei, observa por unos segundos las esferas de plata y luego sonríe contento hacia su pareja—. Gracias, Hayato-san.

Saber que su pareja en verdad presta atención a sus palabras genera un sentimiento muy bonito, eso es cariño, es amor.

Suave amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora