Suave amor

Día 14: confesión arruinada

Capítulo 8
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Intenta dar un golpe y falla, de inmediato prepara el siguiente, pero es interceptado y en un ágil movimiento termina con la espalda pegada al suelo. Repite el proceso diez veces antes de aceptar la derrota. Observa la amable sonrisa de Suou, suspira y acepta la mano tendida. ¿Por qué quiso entrenar? Su espalda no volverá a ser la misma eso es seguro. Viendo la forma en que el viento mueve el cabello oscuro de su amigo, Nirei recuerda porque pidió esto.

Confesar sus sentimientos.

Los ha estado guardando durante meses y todo porque tiene miedo de romper su amistad, pensar en las consecuencias de decirlo, en que todo puede cambiar a peor es aterrador. Han sido amigos por casi tres años y no había necesitado cambiar nada. Ver el final acercarse es la razón del cambio, la graduación será en cuatro meses y siente perder la oportunidad. Por ello pidió entrenar para poder estar a solas.

—Suou-san.

—¿Si?

Debe hacerlo, puede hacerlo.

Mira el hermoso rostro de Suou, la expresión tranquila y curiosa, el suave cabello enmarcando las mejillas, la piel algo sonrojada por el esfuerzo de entrenar y labios brillosos gracias al agua que acaba de beber. Es precioso, absolutamente majestuoso.

Nirei toma una gran bocanada.

—Quiero decirte algo importante… Tú… tú… ¡Suou me gus…!

—¡Hola, chicos! —grita Tsugeura entrando al gimnasio seguido de Sakura y Kiryuu.

—Que frío hace afuera —comenta Sakura, frota las manos y corre hacia la calefacción.

—¿Qué sucede Nirei-chan? —Pregunta Kiryuu viendo la cara roja del rubio—. ¿Tienes fiebre?

—¿Te sientes mal, Nirei-kun? —dice Suou, preocupado coloca la mano sobre la frente del chico.

—Estoy bien, estoy… bien.

—Te has vuelto más rojo —comenta divertido Kiryuu entendiendo lo que está pasando.

—Yo… ¡Es por la calefacción! Lo juro, en verdad estoy bien.

Los chicos miran al rubio sin creerle una palabra, pero no insisten. Esta vez todos participan y toman turnos para intercambiar compañeros en el entrenamiento.