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Un sonido me hizo despertar. Alce la vista y no había nadie, cuando iba a volver a cerrar mis ojos una piedra rebotó contra el cristal. Me levanté de la cama y otra piedra impacto con el cristal, abrí el ventanal para ver de quién se trataba.

-Buenos días- Dijo Yoongi sonriendo victorioso despues de conseguir que me levantará - ¿Me ayudas?-

Llevaba unos tiestos en la mano de cerámica. Sin darme cuenta esa escena me había echo sonreír.

Me cambié y baje al comedor.

-Buenos días Hee- Me saludo algo adormilada Lily-

-Buenos días- Dije cogiendo dos panecitos que llevaban virutas de chocolate para después salir corriendo al patio-

Cuando estuve delante de Yoongi mi respiración estaba agitada, el me miró confuso.

-Para ti- Dije entregándole un panecito- Se que son tus favoritos...siempre te los dejas para el final para disfrutarlos mejor-

Su mirada me observo mientras mis nervios aumentaban.

Sin darme ni siquiera las gracias, empezó a comer. Nos sentemos en un banco para comer. Mientras degustaba mi pan Yoongi puso un libro algo pesado y viejo en mi falda.

-¿Romeo y Julieta?- Sonreí- Está historia es triste y aburrida-

-No lo es-

-Si lo es-

-No lo es-

Puse los ojos en blanco.

-No hagas eso, conmigo no- Dijo Yoongi algo molesto- Lee el puto libro-

Lo observé incrédula. Solo había hecho un gesto. Mis ojos ardían, nadie nunca me hablaba así.

-Joder Hee- Sopló- ¿Enserio vas a llorar? Que sucede ¿que siempre te tratan como la princesita? Que ironía, que tú abuela la misma que ha creado este puto lugar te haya cuidado con tanto cariño-

Me levanté con ganas de huir.

-Vete a la...-

-¿A la que? Vamos dilo- Dijo Yoongi - ¿No puedes decirlo?-

Ahí esta, la crueldad de un asesino, de una persona sin alma y sin empatía.

Lo miré con odio y rabia. Mis ojos ya estaban derramando lágrimas . Seguíamos mirándonos sin desviar la mirada. Suspiró y se levanto del banco. Se acerco unos pasos más a mi y cerro los ojos.

-Me equivoque- Dijo ladeando su cabeza- Pensé que mi corazón podía sentir algo, me asusté, pero solo me das lástima, aquí te van hacer daño-

Lo miré con más odio, me di la vuelta y caminé alejándome de el.

¿Enserio yo había dudado de sentir algo por el?

Pero no sé porque lo odio, si tiene razón, soy débil. Y yo también me odio por serlo, no se quién soy, no tengo metas, me ocultan todo, estoy sola.  A veces no soporto ni siquiera yo ser tan débil. Me siento impontente de no poder evitar no llorar, y juro que me digo a mi misma "no llores no llores" pero eso solo lo empeora. Es como si mi corazón predominará mas que mi cerebro, se siente doloroso porque no puedes evitarlo.

Lo dejé ahí solo. Podía verlo reflejado en una ventana algo sucia, seguía ahí, quieto, observándome.

Me odio.

Me odio por sentir tanto.

Me odio por no poder evitarlo.

No merezco esto, mi vida era tan fácil antes, tan bonita. Solo tenía que despertarme y pasar todo el día con mi abuela. Cosíamos, leíamos, pintábamos, decorábamos la casa, reíamos, trabajábamos cuidando en campo, cocinábamos y creábamos nuestros momentos.

𝐒𝐨𝐧𝐫𝐢𝐞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora