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A la mañana siguiente me desperté en el suelo del baño. A saber cuánto tiempo pase allí anoche.
Al despertar me miré en el espejo, estaba muy pálida.

-Señorita Hee- Dijo Lily entrando en mí habitación- Dios mío estás muy pálida y tienes mala cara-
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-Definitivamente tienes fiebre- Dijo una enfermera revisando el termómetro- Tienes que descansar y esto en dos días se te pasa, no te sometas a mucho estrés y aliméntate bien-

La doctora se fue y me dejó a solas con la señora Shelly.

-Avísame cuando ya estés bien- Dijo sin ni siquiera mirarme a los ojos-

Cuando escuché la puerta cerrase cerré mis ojos y me puse las manos en la cabeza. La doctora tenía razón, estaba pasando por mucho estrés.
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Habían pasado dos días. En estos dos días todo se me había hecho un infierno, tuve horas suficientes como para saber que estar en este centro era demasiado aburrido.

Me estaba abrochando los últimos botones de mí camisa blanca. No sé porque mi uniforme era el único diferente, las demás chicas iban vestidas iguales.

Mi uniforme consistía en una corbata negra, una camisa blanca que me iba realmente apretada y unos pantalones de smoking negros, estos me iban muy bien de la parte de mí trasero y muslos pero era un caos cuando mirabas para abajo ya que el uniforme no era para personas de mi altura y se veía horrible.

Las demás chicas llevaban una bata rosa pastel y unas medias blancas con unos delicados zapatos de tacón de aproximadamente cinco centímetros también blancos.

Salí de mí habitación para la hora de la merienda. La merienda la dábamos en el jardín. Hoy hacía un día nublado hacía algo de frío pero ni siquiera me dio tiempo a coger ropa cuando me fui aquel dia de la masía.

Al bajar vi a todos los pacientes disueltos por todo el jardín. Mi ansiedad volvió cuando me acorde de que no son pacientes si no psicopatas.
Respiré manteniendo la calma. Si ellos me veían nerviosa quizás me verían como a alguien débil, y eso supondría que me verían como a su presa. Si ese tal Yoongi ahorcó a una chica en esa "habitación" podría hacerlo conmigo perfectamente.

Sentí un escalofrío recorrerme todo el cuerpo.
Procedí acercarme a Lily, por ahora era la única chica simpática.

-Ey Hee ya estás de vuelta- Sonrió- Bienvenida chica-

-Oye Lily, tú ¿sabías que son psicopatas?- Susurré-

-¿Tú no?- Rio- Hee no es tan difícil darse cuenta,¿pero y bueno ahora que te pasa?- Dijo al notar como tiritaba- ¿Hee segura que ya estás bien?-

-Si, solo, esque esta corbata no me deja respirar- Dije aflojando el nudo de la corbata-

-Bueno ese sera el unico problema de ser la encargada, que la corbata te aprieta- Dijo Lily regando unas margaritas que habían en un tiesto-

-¿Como?- Dije asombrada- ¿La encargada?- Dije- Pero si solo llevo dos días aqui y estoy segura de que vosotras llevais aqui toda vuestra vida.-

-Ya Hee, si tienes toda la razón, pero ser la nieta de la verdadera directora de este antro de locos pues como que te da muchas ventajas-

-¿Que?¿Lily que cojones dices? Mi abuela y yo viviamos alejadas de la ciudad- Dije tratando de procesar- No tenemos nada que ver con este sitio-

-Pero entonces...no entiendo nada- Dijo pensando hasta que se dio cuenta- Ah no nada, me he confundido- Y antes de que pudiera pararla se fue corriendo-

¿Que está pasando aquí?

-Señorita Hee- Era la señora Shelly - ¿Ya estás recuperada no? Pues encárguese de vigilar el jardín, si alguien hace algo sospechoso avise-

𝐒𝐨𝐧𝐫𝐢𝐞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora