Tócame una canción, susurré.
¿Cuál?
Me da igual, tú solo toca.
Y tocó,
manteniendo promesas.
Le recordé aquella promesa
justo al acabar.
Pero él no me miró
y empezó a tocar de nuevo.
El reloj marcaba la espera,
estaba tan cansado...
Llevaba siete meses esperando,
empezaba a perder su voz
Dejó la guitarra a un lado,
cogiendo el tabaco.
Se lo quité.
Y sonrió, le resultaba familiar.
Nos miramos.
Eran las 19:24
¿Casualidad?
Puede.
Oí su suspiro,
oí el mío,
oí el último del reloj.
Y entonces se acercó,
y empezó a contarme,
susurrando,
que la pérdida y el dolor
van cogidos de la mano,
que aquel disfraz seguía en su armario,
que recordaba, vagamente,
como me acariciaba el pelo,
aquel jueves.
Y que a veces, debes ser egoísta
y pensar en ti.
Me advirtió que en ese momento,
solo pensaba en él,
y se disculpó.
Pues, en ese justo momento,
me besó.
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Te quieros a destiempo
PoesiaTe quieros a destiempo es el resultado de caídas, de abrazos demasiado cortos, de llamadas perdidas a mitad de la noche. Es todo aquello que nunca supo decirle, lo que ahora ya no puede callar. Son los juegos del miedo, y su manía por callar bocas...