CAPÍTULO 1

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BRADD.

Tal vez mi concepto de una mañana normal distara mucho del de otras personas. Puede que..., si yo le contase a alguien fuera de mi círculo cercano lo que era me asesinaran sin pensarlo dos veces. La última vez que un humano fue consciente de que era un vampiro ...bueno, intentó matarme.

Genial, ¿cierto?

¡Vivan los derechos vampíricos!

Pero ... mi verdadera distopía era en casa. Una tía lejana nos había heredado su propiedad en un pueblo de pijos llamado Karresfield . La casa era una enorme mansión algo descuidada ,pero en buenas condiciones . Además , mi melliza y yo no nos llevábamos exactamente bien y si una casa grande contribuía a que nos mantuviésemos lo suficientemente lejos para no matarnos pues...¡Bienvenida sea la puta casa grande!

Bella era mi hermana , obviamente la quería muchísimo...pero cargábamos un pasado a cuestas que nos hacía contrariarnos muy a menudo. Me costaba cruzar dos palabras con ella a veces. Era demasiado perspicaz y sabía usar las palabras correctas para cerrarle el pico a cualquiera, sobre todo a mí.

Mi talón de Aquiles, según mi hermana,era que era un mujeriego empedernido. ¡No había encontrado a la chica indicada! ¿Qué me impedía disfrutar de las equivocadas mientras tanto? Exacto, nada.

Así que...ese era mi mañana normal , una ducha, una discusión con mi melliza y un trago de vino para salir a la calle a disfrutar de las mujeres equivocadas hasta que llegara la correcta.

Tenía 347 años, esa edad me había hecho ver muchas cosas...—no todas  buenas, cabe decir— y me había convertido en un hombre tan simple como complejo.

Tenía una manera...única de ver muchas cosas y a veces me jodía que muchas personas no fueran capaces de entender mis puntos de vista porque yo , simple y sencillamente , no quería explicarlos.

—Hey, Bradd.—La voz de Edward, mi gerente en la discoteca que poseo y mi amigo desde hace diez años , me brinda un vaso de vodka cuando entro en el local—Siempre viene bien.

Niego con la cabeza observando el lugar, esta vacío , y encima está siendo limpiado por el descontrol que se armó ayer.

Bendito sea el descontrol...

—Sabes que soy más de vino, bro.

Él hace un mohín.

—Si no te viera ligar cada noche diría que eres gay...—dice en broma.

—No te pases de listo, chaval, sigo siendo tu jefe.

Él sonríe y se va a supervisar ciertas cosas. Me meto en la oficina y abro la caja fuerte, luego uso mi huella dactilar para abrir el compartimento secreto que esta posee . Dicho compartimento está equipado con una máquina de refrigeración que mantiene mis bolsas de sangre a una temperatura agradable.

Me aseguro de que la puerta está cerrada con llave antes de abrir la bolsa y pegar mi boca a ella con desesperación. Siento que cada célula de mi cuerpo se regenera ante el sabor metálico y me siento vivo.

Una vez he vaciado la bolsa la coloco dentro de un empaque de Doritos y la lanzo a la basura como si nada.

Y en eso,señoras y señores, se resume una mañana normal para el infame dios de la vida nocturna, Bradd Floyd.

🥀

CARLA

Cada mañana mi rutina se repetía como un maldito bucle. Me levantaba , me arreglaba, desayunaba sola y luego pasaba por mi prima Jules en mi auto para ir juntas a la universidad. Me había recogido el cabello rubio en una coleta —sin ganas algunas de peinarme—y me había limtado a ponerme rímel y brillo labial.

El beso de un vampiro © [+18] [Nueva Versión] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora