CAPÍTULO 3

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BRADD.

Vale....quizás sí la había acosado. ¡PERO SOLO UN POQUITO! Puse su nombre en Internet y me salió su dirección y su Instagram. Tal vez ....tal vez y solo tal vez la espiara un poquito en dicha red social.

¡Pero es que no podía sacarme a esa chica de la cabeza!

Cuando ví su número en su información tuve dos reacciones :

Primero: Alegría, ¡Tenía su número!

Segundo: Enfado, ¿Qué hace tu número telefónico en un perfil que puede abrir cualquier persona?

No lo sé, la verdad. Y además no soy quién para cuestionarla.

Al ver su cara de sorpresa cuelgo el móvil con una sonrisa en los labios.

Ella abre y cierra la boca como un pez fuera del agua.

—¿Qué...?¿Cómo has...?—no es capaz de formular una oración completa así que intervengo yo:

—Hay demasiada información tuya en internet.

Ella se quita —finalmente—el teléfono de la oreja con cierta mueca aturdida.

—¿Me estás acosando?

Y dale de nuevo con el puto acoso. ¡Que no, joder!

—No, solo trato de asegurar mi objetivo.

—¿Y cuál es ese? ¿Llevarme a una cita?—inquiere con una mueca que me hace añicos el ego.

—Bingo— digo con una sonrisa.

Ella voltea hacia atrás , como si temiera que alguien me viera aquí.

—En serio...debes irte. Ya...ya tienes mi número, por favor...solo vete. Me puedo meter en un buen lío si alguien de mi familia te pilla aquí.

—Mira, mano suelta...podemos...quedar, en el club cuando quieras. Es un lugar tranquilo cuando quiere—no me lo creo ni yo, pero debo convencerla.

—No me parece que un club apodado "el club del pecado" pueda ser tranquilo nunca. — se cruza de brazos y sus pechos resaltan más sobre la blusa del pijama que noto que lleva puesta.

Se me hace la boca agua cuando noto que no tiene nada debajo y se le traslucen los pezones.

Ella parece notar que no aparto la vista de esa zona porque reacomoda los brazos de forma qu ahora le tapan los pechos y me hace una seña.

—Mis ojos están aquí arriba, idiota. 

Levanto la mirada por fin y me doy de lleno con sus enfurecidos iris ámbar.

—Eh...vale, buen punto. El club no es tranquilo pero...si quieres tú puedes elegir el lugar.

Ella suspira.

Su tono de hastío me hace dudar un poco cuando pregunta :—¿Si salgo contigo me dejas en paz?


Lo dudo.

—Sí— miento , sin embargo.

Ella asiente.

—Espérame en el bar "Helmer" dentro de dos horas.

El beso de un vampiro © [+18] [Nueva Versión] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora