-CUP 1x08.

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Narra May.

—Me gusta como quedó.—mi hermano se quitó los auriculares.

—¿Por qué están grabando a esta hora?.—me fijé en el reloj.—Es de madrugada.

—Porque tuvimos que hacer par de arreglos y...

—May, grabas todos tus temas a la primera, incluyendo colaboraciones.—se reclinó en la silla.—Pero te toca grabar con Omar y..

—No tiene tanta experiencia, fallaba en cosas y había que repetirlas, si él la embarra también me jodo yo.

—Mucho cuidado, May.

—Yo sé.

—No, no sabes.—fruncí el ceño esperando que me lo contase pero no fue así, Omar llegó y se quedó parado a mi lado.

—Doble A.

—A mi no me ande saludando.—el simpático de mi hermano siendo él.—May, agarra tus cosas que nos vamos ya.

—No hemos terminado de grab...

—Nos vamos.—le repitió al chico.

—Emmanuel, estoy trabajando.

—Te doy una hora más.—salió del estudio.

—¿Qué carajos le hice?

—Odia a todo el mundo, no creo que sea nada personal.

—¿Tú me odias?.—sonreí.—Eso es un no.—tiró un poco de mi para acercarnos.—¿Cuando volveremos a tener otra cita ah?.

—Papi, no sé.—me mordí el labio.

—¿Y ese gesto que ah, me quieres volver loco?.—negué con inocencia.—Tas' pa buscarme par de líos, ¿sabías?

—Lo sé.—acarició mi cuello.—No me toques así...—desvié la mirada.

—¿No te gusta?.—alejó su mano.

—Es peligroso.

—¿Es peligroso prenderte, May Gazmey?

—Es peligroso prenderme a mi.—la postura de Omar se volvió tensa al ver a Lyanno, llegó con Rauw y ambos observaban a mi compañero de mala manera.

—¿Que se te perdió o qué?

—Cierra la boca, Courtz.

—No me des órdenes, Cuevas.—Ly centro su mirada en mi, me levanté del asiento para agarrar todas mis cosas.—Estábamos en mitad de algo.

—Sí, en mitad de la noche.—acotó Rauw.

—¿Es tu jeva?

—Pues por eso andas detrás, ¿no?. Te encanta meterte en relaciones ajenas.—se encogió de hombros.—Vamos, está bien tarde ya.

—¿Cómo está mi platónico?.—Rauw sonrió.

—Toy' bien mami.—lo abracé por la cintura.—¿Convencerás a Lyanno para que nos cumpla el deseo?

—Tal vez otro día, hoy toda su rabia contenida me asusta.

—¿Tanto?

—Ajá.

—Te deseo suerte en su camino de regreso.

—¿No vendrás?

—No.—besó mi mejilla.—¡Lyanno papi, después nos vemos!

—Chao, papi.—respondió.—El carro está aquí.—detuve mis pasos.—¿Y ahora, qué?

—¿Tas' mordio'?

 Mi fanático: Cupido, no otra vez.[LYANNO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora