Ecos de un pasado presente:
Doran Martell terminó de releer la carta y la dobló con cuidado, sus ojos calculadores fijos en algún punto en la pared de enfrente. Sin embargo, no pudo retraerse demasiado en sus pensamientos debido a una estruendosa carcajada.
Sin poder evitarlo miró con irritación el origen de esa risa.
Oberyn Martell era un hombre apuesto, de rasgos afilados, cejas finas, ojos negros depredadores, nariz aguileña y cabello azabache con solo alguna veta plateada debido a la edad.
Y, para fortuna de Doran, era su hermano.
“¿Qué te hace tanta gracia, hermano?” Preguntó con irritación. “Por si no has entendido la carta, Braavos controla ahora los Peldaños y todas sus rutas marítimas, de querer podrían ahogar todo nuestro comercio exterior”.
“Vamos hermano, no seas tan agorero”. Desestimó el hombre con una sonrisa fácil en su rostro. “Mejor Braavos que piratas, además, sabes perfectamente que a pesar de sus recientes conquistas no pueden permitirse atacar Dorne”.
Eso era verdad, concedió Doran en su mente, Dorne era un reino fuerte, pero más allá de eso, si eran atacados, y a pesar de su aislamiento, el resto de los Siete Reinos acudiría incluso sin ser llamados, no pudiendo permitirse que una ciudad libre tuviera un ancla en Poniente. Y era cierto que Braavos mantendría los Peldaños limpios por ellos, a parte de ser un lucrativo socio comercial.
Aún así, le habría gustado que fuera Dorne quien controlara aquella zona, por desgracia, su efímero dominio sobre los Peldaños tras la última rebelión Fuegoscuro se había desvanecido a los pocos años por el desinterés de su madre en mantener una guerra fútil de desgaste después de perder tantos hombres durante el conflicto.
“Además, ese Jon Nieve es interesante”. Remarcó Oberyn, sacándole de sus pensamientos nuevamente.
“¿El hijo de Eddard Stark?” Preguntó Doran. “¿Piensas matarlo para herir al perro del usurpador?”.
“Quizás… aunque estaba pensando más en su madre”. Ahora Doran si estaba sorprendido, y eso era raro. “Si los rumores son ciertos es hijo de Ashara… así que déjame beber por un camarada dorniense e hijo de una amiga en paz”. Insistió sirviéndose otra copa.
Doran se calló, meditabundo.
No sabía por qué, pero había algo de la historia entre Eddard Stark y Ashara Dayne que no le cuadraba…
El hombre sacudió la cabeza, no era el momento de dejarse llevar por pensamientos ridículos, tenía una carta que redactar a su representante en Braavos.
—Braavos. Cuatro lunas desde la victoria en los Peldaños.—Fueron recibidos de manera apoteósica.
Mientras la Manada desfilaba por las calles de Braavos entre las aclamaciones de la gente, Jon sonrió, aunque dicha sonrisa no llegó del todo a sus ojos.
Después de su aplastante victoria en los Peldaños aún habían tenido que quedarse unas lunas para asegurar la conquista y evitar el regreso de los piratas a las islas. Para ello se había optado por construir un puerto fortificado en cada una de las principales islas, así como distintas torres de vigilancia a lo largo de la costa para avistar posibles amenazas con tiempo suficiente para montar una defensa adecuada, para guarnecer las nuevas posesiones de Braavos se habían quedado 4.000 hombres de infantería y 50 galeras, aunque en las siguientes semanas serían reforzados por otros 4.000 hombres, otras 35 galeras y dos dromones. De aquella manera obtendrían el control absoluto de aquellas aguas, abriendo un nuevo abanico de posibilidades comerciales que enriquecerían enormemente a la ciudad en un futuro próximo.
ESTÁS LEYENDO
Bastardo
Fanfiction"¡Soy el señor de Invernalia!" Exclamó como había hecho antes en cientos de ocasiones. Pero aquella vez, aquella vez, la respuesta de Robb fue muy diferente. "No puedes ser el señor de Invernalia, porque eres bastardo. Mi señora madre dice que...