Tres vidas (Shifting)

Problemas

Cuando alcancé a Steve, él ya había roto la puerta del ambiente al que entró para buscar las pruebas que necesitaba en contra de Fury, él estaba bastante concentrado que ni me notó acercarme ni seguirlo a lo lejos. Él continuaba con lo suyo mientras yo me acercaba sigilosamente y vi cómo de un salto apareció en la parte superior de aquel depósito sin la necesidad de hacer mucho esfuerzo.

Me sorprendió ver eso porque había olvidado que Steve era un súper soldado pero como mi vida se basaba en un constante: pero no le di importancia... ese salto fue esa mi señal para ingresar.

Quise verme misteriosa y al mismo tiempo causar una gran impresión, así que me acerqué lo más que pude para estar al alcance de su vista sin actuar tan raro, por lo que me apoyé en un pilar y crucé los brazos esperando no dar tanta pena ajena con la acción. De este modo decidí sorprenderlo:

— ¿Qué haces?

Steve dio un salto que supo disimular casi al instante. Hice que se cagara, yo lo sé LASKJSKJSJKS pero restémosle importancia para que no le de vergüenza.

— No deberías estar aquí. — Respondió con seriedad mirando en varias direcciones para asegurarse de que nadie me hubiera seguido.

— ¿Y tú sí? — Pregunté divertida levantando una ceja.

— Sí, Fury me dio la autorización para entrar. — Mientras lo decía, parpadeaba seguidamente. Dato importante para saber en el futuro lo que hace cuando miente.

— Ay ajá, te acabo de ver rompiendo la puerta. ¿Qué haces aquí?

Él me puso una mirada dura, como de estreñido.

— Al menos cierra la puerta, será muy obvio si alguien entra y ve la puerta fuera de lugar. — Recomendé pero regresé hacia la puerta. — Espera, mejor lo hago yo.

— ¿No le dirás a Stark? — Respondió a la defensiva, claramente seguía molesto por su discusión, pero trató de no meterme en esa pelea.

— ¿Por qué lo haría? Él se está infiltrando en los archivos de SHIELD en este momento. Nadie está haciendo las cosas bien, prefiero mantener la boca cerrada. Me aburro mucho aquí. Todos me odian; qué mejor forma de meterme en problemas para mantener interesante mi tiempo aquí.

Pareció comprenderlo, me dio la espalda y comenzó a buscar respuestas.

— ¿Qué buscamos específicamente? —Pregunté mientras me acercaba a él y abrir una de las cajas.

— Algo que pueda confirmar las sospechas de Stark o el doctor Banner. Algo que nos ayude a encarar a Fury. Dime una cosa Estelle... Tú también sospechas, ¿no es cierto? — Yo asentí y comprendí que él esperaba que me pusiera de su lado al ver la decepción en su rostro.

— Con Nick Fury nunca se sabe. — Comenté encogiendo los hombros. — Cuando llegué a esta Tierra y apareció mi súper fuerza él lo vio como un arma, una ventaja sobre todos, fue hace algunos años por cierto. Cuando vivía con mis padres biológicos, era una persona normal... común, ni siquiera tenía la fuerza suficiente como para abrir una botella de agua... pero cuando llegué a este lugar, estaba tan asustada que asumo que mi cuerpo quiso defenderse y destruía todo lo que tocaba. Iban a usarme como un objeto de destrucción o de contraataque en caso de que algo saliera mal en este lugar. Si no aceptaba, iban a lanzarme al espacio para dejarme a mi suerte, nunca les importé. Si no estaba para satisfacer sus necesidades de poder, era inútil para ellos. Quién sabe qué habría sido de mí si Tony no se ofrecía a darme una vida.

Él me escuchaba atentamente mientras buscaba entre las cajas y yo lo ayudaba. Todo esto sabía gracias a las páginas del diario que alcancé a leer en el jet.