TIME

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04

–Oye Kook, ¿Te gustaría que te lleve? Mi padre vendrá por mí.

–¿El señor Kim? –Susurró y sonrió, sería la primera vez que vería al señor William en persona–. ¡Claro! Vamos. –Tomó su mano y empezó a caminar.

Taehyung rio por la reacción del peli-rojo, entrelazó sus dedos para caminar hacia el coche. Era un Mercedes de un color peculiar, morado. Los dos jóvenes se acercaron observando a un hombre de cabello negro desordenado, el antes mencionado miró de reojo a su hijo y el chico. Se notaban sus ojeras por falta de descanso.

–Hola padre, te presento a J-

–Sé quién es. –Dijo observando a su hijo subiendo al asiento del copiloto y el chico en los asientos traseros.

–¿Podemos llevarlo a su casa? Iremos después a la pizzería.

–Buenas tardes, señor Kim. –Sonrió mirando al mayor de ojos grises.

–Buenas tardes, señor Jeon. –Encendió el auto para empezar a conducir–. Me alegra tenerlo aquí.

–Muchas gracias, señor Kim, esperaba poder conocerlo. Me encanta su trabajo. –Se acercó en medio de los asientos–. Usted y mi tío son unos genios de la robótica.

–Gracias por sus halagos. –Lo miró de reojo y le sonrió.

Taehyung miraba la situación extrañado. Nunca había visto a su padre sonreírle así a una persona, mucho menos a un chico. Por lo que decidió interrumpir.

–Bueno, él tiene razón. –Miró a su padre–. Henry y tú son un gran equipo.

–Gracias. –Dijo sin más, de forma cortante, volviendo a su semblante serio.

Jungkook mordió su labio mirando a Tae, el cual giró la cabeza para mirar la ventana. Un silencio incómodo apareció en el auto mientras Jeon se encogía en su asiento.

–Oye Taehyung, sé que no empezamos bien. –Comentó llamando la atención del peli-gris–. Quiero que hagamos las pases, y seamos amigos.

–Claro. –Sonrió–. Sí se puede, algo más que amigos. –Recargó su codo en medio de los asientos para mirarlo de forma coqueta.

–Eres muy atrevido Kim, ¿Eres así con todos? –Sonrió acercándose a su rostro.

–Tú eres diferente a todos ellos. –Dijo cortando el espacio personal, sintiendo ambos la respiración del otro chocar.

–Suficiente Kim. –Colocó su mano en medio de los dos–. No en mi auto.

–Lo siento padre. –Él rio leve volviendo a su asiento.

...

–Te veo en la pizzería, lindo. –Sonrió.

–Adiós Tete. –Le devolvió la sonrisa y entró a su casa.

Cerró la puerta recostándose en la misma con los ojos cerrados, dando un profundo suspiro. Ese chico lo volvería loco, al abrir sus ojos pegó un grito del susto que le causó su padre.

–¡P-Papá! –Él rio nervioso–. ¿Q-Qué haces ahí? ¿Dónde está mamá?

–¿Ese era Kim Taehyung? –Sonrió mirando a su hijo chocar con la mesita que tenían al lado de la puerta.

–¡No! –Tomó el jarrón antes de que cayera y lo dejó en su lugar–. B-Bueno, si, el señor Kim vino a dejarme.

–El hijo de mi socio con mi hijo. –Se incorporó–. Suena de maravilla.

–¡No es lo que piensas! Kim es un tonto, y un mu-. Espera, ¿Socio? –Lo miró confundido.

–Así es pequeño, William y Henry ahora son nuestros socios.

–¡¿En serio?! –Dijo emocionado.

–Escuché algo sobre el hijo de Kim y nuestro nene. –Dijo la castaña saliendo de la cocina.

–¡Mamá! –Corrió para abrazarla, sintiendo su delicioso aroma a cerezas–. Papá quiere juntarme con Taehyung.

–No suena nada mal, Taehyung es un buen chico. –Sonrió–. Además, es muy guapo.

–No niego que es... Lindo. –Sus mejillas empezaron a tornarse de un color rojo al recordar los encuentros cercanos–. ¡Pero! No me merece.

–¿Por qué lo dices pequeño? –Lo miró su padre.

–Porque es un mujeriego. –Caminó hasta la cocina para ver que provenía ese aroma a tostado.

–No digas eso de él, seguro son chismes de la preparatoria.

–Como sea, no se hagan ilusiones. –Tomó una tostada para darle una mordida–. Yo busco algo serio.

–Como quieras nene, solo te pido que le des una oportunidad al muchacho.

–Mm. –Miró el suelo pensando. En cierto punto sus padres tenían razón, debía conocer mejor a Tae para juzgar por él mismo–. ¡Ah! Hoy iré a Fredbear's Family Diner con Taehyung y sus amigos.

–¿Lo ves? Ya tienes nuevos amigos. –Lo abrazó–. Sabía que mudarnos te haría bien.

–Sí, supongo. –Sonrió–. Me iré a vestir, seguro Tae pasará a buscarme.

–Ponte guapo cariño.

Jungkook rio leve por el comentario de su madre y subió a su habitación para arreglarse. Jeon era hijo único, por lo que siempre fue el mayor tesoro de sus padres, entró a su habitación para alistarse.

...

–Ya estoy listo. –Dijo bajando las escaleras.

–Wow, pequeño. –Sonrió mirando a su hijo con un pantalón holgado gris, una camisa negra, y una sudadera hasta la cintura color café–. Te ves hermoso, Taehyung no te quitará los ojos de encima.

–Mamá. –Susurró avergonzado.

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