TIME

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05

–Ya, ya, lo siento. –Rio leve.

Ambos miraron a la puerta cuándo se escuchó el timbre. El señor Jeon se acercó a esta para abrirla, encontrándose con un peligris ojicafes vestido con una camisa negra, un chaleco morado, y pantalones negros.

–Buenas tardes señor Jeon, ¿Está Jungkook? –Sonrió.

–Kim Taehyung. Al fin te conozco muchacho, claro pasa. –Se hizo a un lado para que entrara a la casa.

La señora Jeon se había llevado a su hijo al baño para darle unos pequeños retoques.

–¡Mamá! Para, estoy bien así. –Dijo mientras cubría su rostro.

–Kookie dejame ponerte un poco de labial. –Quitó su mano para colocarle labial de color rosa–. Estás perfecto.

–Sabes que solo dejo que me maquilles cuándo son asuntos profesionales. –La miró–. No en mi vida personal.

–Te ves muy hermoso, no te quejes y sal. –Abrió la puerta para darle un pequeño empujón.

–Me dijo mi padre que ahora son socios, ¿Eso es cierto? –Se sentó al lado del señor Jeon.

–Así es hijo, estaremos trabajando en nuevos animatronicos.

–Eso suena genial. –Sonrió para luego ver a Jungkook cuándo salió del baño.

–¿Nos vamos? –Rascó su nuca y lo miró.

–Te ves muy lindo. –Se levantó para ir con él.

–No digas eso en frente de ellos. –Señaló a sus padres con la mirada–. Vámonos.

–¿Qué tiene de malo? –Rio leve–. Señores Jeon, buen trabajo haciendo a su hijo, porque está demasiado hermoso.

–¡Taehyung! ¡Solo alimentas sus fantasías! –Cubrió su rostro y salió rápido de la casa–. ¿Chicos?

–¡Hola Kook! –Sonrió Yoongi–. Te ves muy lindo, ¿Listo para divertirte?

–Vayan con cuidado chicos. –Dijo la castaña mirándolos por el marco de la puerta.

–Taehyung cuida bien a nuestro hijo.

–Lo haré señor Anthony, nos vemos. –Rodeó los hombros del pelirojo con su brazo para subir al auto.

–¿Desde cuándo conduces? –Subió al asiento del copiloto y se puso el cinturón.

–Henry me enseñó, ahora agarrate fuerte lindo. –Encendió este para empezar a conducir.

...

–¡Ah! ¡Creí que no iba a salir vivo! –Salió del auto para abrazar a un árbol que estaba cerca.

–Estás exagerando. –Salió del auto.

–¡¿Exagerando?! Casi te pasas tres semáforos en rojo. –Se acercó a ellos para caminar a la entrada.

–Esta vez iba despacio. –Tomó su mano entrelazando sus dedos.

El local era colorido, con un cártel que tenía el nombre de la pizzería y a los dos animatronicos protagonistas, Fredbear y Spring Bonnie. No era sorpresa que estuviera lleno de niños, ya que era el primer restaurante con animatronicos en la ciudad.

–Wow...Mi tío y tu padre han hecho un gran trabajo. –Miró el lugar con atención.

–Lo sé, esto es increíble. –Sonrió y lo miró–. Vamos a comer, muero de hambre.

Los chicos se sentaron en una mesa y pidieron dos cajas de pizza, después de comer se fueron a la área de juegos mientras que Jungkook iba al baño. Al salir se acercó al escenario dónde estaban los muñecos para verlos de cerca.

–Son muy hermosos. –Llevó su mano a la pierna de Fredbear para tocar el material solido dorado de este–. Una tecnología simple, pero funcional para que una persona pueda entrar.

Un sollozo llamó su atención haciendo que volteara hacia una mesa, dónde se encontraba un pequeño abrazando a su peluchito de Fredbear mientras lloraba.

–Oye amiguito, ¿Estás bien? –Se sentó al lado del niño, el cuál dejó de llorar al escuchar su voz.

–L-Los animatronicos, m-me dan miedo. –Colocó sus piernas en su pecho abrazando estas.

Jungkook acarició su cabello. Le había enternecido ver a ese pequeño de al menos 7 o 8 años hecho bolita en el banco, ¿Dónde estaban sus padres?

–Todo está bien amiguito, solo son pedazos de metal. ¿Te gustaría que me quede contigo? –El pequeño asintió–. Vamos a la sala de juegos, así estarás lejos de ellos.

Tomó su mano para caminar hacia el área de juegos. Su cabello era negro y sus ojos de color azúl, llegando a gris. Llegaron a la piscina de pelotas, el niño dejó su peluche en la orilla para lanzarse a esta.

–Por cierto, no me has dicho tu nombre.

–Soy Dakho, ¿Tú como te llamas? –Sonrió.

–Soy Jungkook, un gusto Dakho. –Se puso de cuclillas para estar a su altura–. ¿Dónde están tus padres?

El pequeño señaló detrás de él. Al notar la presencia del señor Kim se levantó, ¿Cómo había llegado ahí tan rápido?

–¡Señor Kim!

–Al parecer ya conociste a mi hijo. –Sonrió.

–¿Es su hijo? No lo sabía. No sabía que Tae tenía hermanos.

–Tiene dos, Dakho y una hermosa niña de nombre Hana.

–Espero conocerla a ella también. –Sonrió y miró a Dakho jugando con las pelotas–. Vino a trabajar, ¿Cierto?

–Correcto.

William miró al pelirojo por unos segundos con atención, llevó su mano a su cabello para colocar un mechón detrás de su ojera. Jeon lo miró confundido, sus ojos, le recordaban a alguien.

–Tu cabello es muy lindo.

–A-Ah, gracias. –Rio leve nervioso.

–Tus padres tienen suerte de tener a un hijo tan lindo como tú. –Se agachó para quedar a su altura–. En cambio yo, tengo a Taehyung.

El mayor miró hacia dónde estaba Tae con sus amigos. Jungkook volteó a la dirección que miraba, encontrándose con el peligris debajo de la máquina de helados echando este en su boca.

–Tae es un buen chico señor Kim. –Miró al pelinegro–. Solo necesita, un poco de ayuda.

–¿Tú crees? –Lo miró–. Ese chico se ha vuelto muy rebelde, ya no sé como controlarlo.

TIMEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora