The one ||Jeon Jungkook y Kim Seokjin||

Capítulo 9

Kang Gaeul

La cocina estaba llena de fragancias tentadoras mientras Jin y yo preparábamos la cena juntos.

—Hazlo más despacio —dijo Jin, tomando mi mano con una ternura que hacía que mi corazón latiera más rápido—debes hacerlo así, de arriba para abajo.

—Lo siento, pero siento que hacerlo rápido es mejor —confesé, mis mejillas sonrojadas por su cercanía.

—Si lo haces así, todo saldrá volando —me advirtió con una sonrisa. Seguí sus consejos y comencé a mover el cuchillo con más precisión.

Estábamos salteando los vegetales en salsa de soya, y Jin parecía preocupado de que la cocina se convirtiera en un caos debido a mi rapidez. Casi parecía como si los vegetales quisieran escapar del sartén.

Después de terminar, me quité el delantal y me dejé caer en una silla del comedor, algo exhausta .

—Toma un poco de agua —dijo Jin, ofreciéndome un vaso con una sonrisa tranquilizadora.

—Gracias, Jin. Sobre lo de ayer... —dije, sintiendo que era hora de abordar el tema que nos preocupaba.

—Ya lo sé, fue una locura, ¿verdad?

—No, hoy hablé con Jeon, pero solo me hizo darme cuenta de que él no siente nada por mí —dije con tristeza mientras tomaba la mano reconfortante de Jin.

Tomé una bocanada de aire y lo miré directamente a los ojos.

—Jin, quiero darle una nueva oportunidad al amor, así que está bien; empecemos a conocernos como algo más que amigos —dije, viendo cómo sus ojos se iluminaban con emoción.

Él me hizo levantarme de la silla, me abrazó y me dio una vuelta en el aire. Podía sentir su felicidad, y yo también me sentí bien. Realmente anhelaba volver a sentirme amada.

—Haré todo lo posible para que esto funcione —dije, emocionada, y lo abracé durante unos segundos.

—Y te voy a hacer muy feliz, lo verás —dijo, dándome un beso en la frente.

Nos separamos para preparar la mesa para el almuerzo. Cuando estábamos a punto de empezar a comer, mi celular sonó.

—Lo siento, es Dahyun; debe ser algo del trabajo —le informé a Jin.

Era un mensaje que abrí y leí:

"Tu esposo está actuando extraño. Hoy lo encontré en tu oficina; no estaba haciendo nada, solo daba vueltas en tu silla. ¿Sabes qué le pasa?"

Ella parecía sorprendida, ya que él nunca entraba a mi oficina, a menos que fuera por trabajo.

"No lo sé, tal vez quiere cambiar de oficina o hacer alguna remodelación; la verdad, no sé lo que pasa por su mente"

Ella me envió su respuesta al instante.

"Lo encontré suspirando y mirando tus fotos. Creo que te extraña."

Solo respondí:

"Deja de imaginar cosas, Kim Dahyun."

Apagué la pantalla de mi celular, y Jin me miró antes de preguntarme:

—¿Está todo en orden?

—Sí, solo necesitaba saber algo —dije y le sonreí.

Comenzamos a comer, y me distraje observando a Jin. Aunque él era mayor que yo, lucía joven y tenía facciones tan hermosas, que lo hacían ver atractivo y encantador.

—Puedes tomarme una foto si quieres —dijo, y me sonrojé.

—Es que eres muy guapo —admití.

—Lo sé, pero tú también eres hermosa.

—¿De verdad lo crees? —pregunté.

—Claro que sí, y a partir de hoy, solo tendré ojos para ti —dijo, acelerando mi corazón.

—Me siento muy afortunada de haberte conocido, Jin —dije, poniendo mi mano sobre la suya.

Terminamos de comer y decidimos dar un paseo. Mientras caminábamos por las calles, noté que intentaba tomar mi mano.

Al principio, lo evité, pero luego permití que lo hiciera. Caminábamos tranquilamente hasta que vi al mejor amigo de mi esposo a lo lejos.

—Es Taehyung —le dije a Jin, quien me miró sin entender—es amigo de mi esposo, corre.

Corrimos en sentido contrario, tomados de la mano, hasta que llegamos a una joyería. Pero lo que vi me rompió el corazón.

Vi a mi esposo mirando anillos, que seguramente eran para pedirle oficialmente a Jennie que se casara con él.

"Extrañándome, por favor. A él solo le importa ella."

—¿Qué sucede?—preguntó Jin.

—Él es Jeon, mi esposo. Vamos —tomé su mano.

Verlo comprometiéndose con otra mujer me hirió profundamente, como si clavaran una estaca en mi corazón.

—Ven, siéntate a mi lado —dijo cuando encontramos una banca—¿Qué pasa?

—No sé en qué fallé —dije, sin poder contener las lágrimas—tal vez lo amé demasiado o fue mi culpa por no darme cuenta de que solo me estaba utilizando.

—No es tu culpa —dijo y pasó su mano por mi espalda—eres maravillosa.

—No es así —dije, y él me tomó en sus brazos.

—Eres maravillosa, apareciste para iluminar mi vida cuando pensé que todo estaba perdido —dijo y sacó un pañuelo para secar mis lágrimas.

—¿En serio?—asentí.

—Es por eso que mi corazón nunca te olvidará —dijo, tomándome de las manos—No sé cuánto tiempo durará esto, pero estoy dispuesto a arriesgarme a estar a tu lado.

Aunque quisiera dejarme llevar, no podía evitar pensar en cómo terminaría todo entre nosotros dos, porque, aunque Jeon no me amara, mi relación con Jin seguía siendo prohibida.